La sonrisa asimétrica

Por Kimi

29.11.2023

A tí lo que te pasa es que tienes una sonrisa asimétrica, me dijo mi novia que siempre me inventa y luego juzga las acciones del personaje que ha creado. ¿Yooo?, sí, tú tienes una sonrisa así y dibujó un mohín en sus labios que no supe interpretar exactamente, ese gesto no es mío, le dije yo a mi novia. Si, mira, tu expresión es así, un lado de tu boca sonríe y el otro no, el otro está forzado y eso denota que tu sonrisa es falsa. ¿Y qué pasa si mi sonrisa es falsa? Pues que, si tu sonrisa es falsa, todo en tí es falso. Lo noté ayer en el supermercado cuando te hiciste el cojo después de tirar al suelo la manzana. Yo no me hice el cojo, me había dado en la pierna con la caja de las manzanas y me hice daño, y entonces…, ¿cómo tengo que sonreír, mi vida? Lo ideal es que sonrías así, enseñando los dientes de arriba y sonriendo también con los ojos un poco achinados, ¿ves? Eso es señal de sinceridad. ¿Y si sonrío, pero no pongo los ojos achinados? Nada, eso también es falso.

Cuando ya había pasado a otro asunto en mi cerebro asimétrico, mi novia me dijo que otras veces yo dibujaba una sonrisa con las comisuras hacia abajo como con gesto de disgusto, mira ahora mismo lo estás haciendo, y añadió que eso no era ni bueno, ni auténtico porque, según Darwin, los rictus -dijo rictus- marcan tendencia y tú y tu entorno, con el paso del tiempo, tienden al decaimiento colectivo y crónico de la especie. Eso es un síntoma de que tus pensamientos suelen ser negativos, de tu expresiva negatividad ante el mundo, lo que conduce o la adopción de malas decisiones y, en definitiva, a un futuro incierto. Una persona así, programa voluntariamente desastres de todo tipo y si varios como tu os juntáis podeís crear un cataclismo, dijo, puede que, sin daros cuenta, no digo que vayáis a crear, no sé, una guerra mundial conscientemente, pero las cosas llegan por algo y por alguien con sonrisa asimétrica o que siempre dibuja unos labios con las comisuras así hacia abajo, en plan triste, yo lo que te recomiendo es que utilices el truco taoísta de pegar la lengua al paladar, mostrar los dientes superiores y sonreír con los ojos, mira así, no es muy difícil, y con eso, poco a poco, vas a dibujar otra sonrisa y la vida también te va a sonreír porque la vida es un espejo de tus labios.

Nos fuimos a la cama, yo iba con los ojos superachinados mientras me quitaba los calcetines. No quiero decir que en ese momento ya fuera feliz, pero me encantó la calidez de las sábanas y la sonrisa simétrica de su piel. Después de comernos la manzana y amarnos entra risas, esa noche soñé con el origen de las especies y que mi novia, antes de haber sido mi novia, había sido una cordillera de esas que en otoño perfilan un horizonte lleno de signos, caballos que galopan mientras un ave se marcha plácidamente con el sol dibujando la certidumbre de que mañana volverá a nacer otra vez de nuevo, nuevamente.

Kimi