El día que me fui a vivir a Segovia

Por Kimi

09.01.2022

Alguien dijo que me había ido a vivir a Segovia. Alguien lo publicó en las redes y allí pude leer todo tipo de comentarios, pocos no ofensivos, algunos ingeniosos. Ni siquiera mis mejores amigos me llamaron para comprobar si aquello era cierto. De Lope me dijo: “Anda que has dicho nada, cabronazo”. Mis hijos me echaron también la bronca por haberme ido donde el acueducto aunque me estaban viendo allí, en nuestra propia casa. Me enseñaban su móvil y mi mujer miró para otra parte, soltó el bolso y me preguntó si me había ido con una segoviana. Joder, Laura, le dije, que me estás viendo en casa, que estáis dando más crédito a las redes que a la vida: ¿es que no me véis? Mi hijo mayor su fue a su cuarto y dio un portazo, llamó mi jefe, joder Kimi, ¿a qué viene esto de dejarme plantado, a ver qué hago yo ahora con el cierre del ejercicio, no te jode, irse a Segovia sin decir ni pio, qué: ¿has decidido cambiar de vida?, ¿no te gusta tu trabajo?, porque te recuerdo que tienes el segundo mejor sueldo de todo el gabinete. Espero que mañana mismo me des explicaciones. ¡Una puta, seguro que te has ido a Segovia con una puta!, gritaba Laura con la ventana abierta para que lo escucharan bien claro todos los vecinos…

No daba crédito, a ver, a ver, niños, reunión en el salón con vuestra madre y yo, ahora mismo. Pero todos se negaron a salir de sus habitaciones y mi mujer me dijo que me fuera de casa y que al día siguiente iba a pedir el divorcio: pero Laura, ¿no te das cuenta que me estás pidiendo que me vaya de casa? Eso es porque estoy en casa ¡Y NO ESTOY EN SEGOVIA, JODER!, que os creéis todos los putos bulos, que ya no sabéis discernir entre lo que tenéis delante y lo que dicen en los putos móviles… Entonces vino mi hijo Carlos, el pequeño, el de cinco años y me preguntó: “Papi, si estás en Segovia por qué estás aquí?

Gracias a Carlitos pude respirar profundamente y, aunque estaba en Segovia, pude pensar que aún queda una tímida esperanza de que tal vez en un futuro los bulos sean sustituidos por la puta realidad.

Kimi