El nefelibato y las filtraciones

Por Lago

25.10.2022

Soñaba mientras dormía, pensaba en mundos recurrentes mientras meditaba en clase de yoga, que si esto que si lo otro. Dije, voy a parar ahora mismo porque yo soy dueño de mi mente y le voy a ordenar silencio. Entonces me entró el soniquete: una canción que ni siquiera me gustaba se repetía en mi cerebro una y otra vez como en aquellos discos rayados que tenía mi padre. Existen palabras especiales y los elepés aquellos no mueren nunca porque se llaman vinilos. Vinilo y añil, efímero e inefable. Son palabras bonitas como otra que me define de maravilla. Maravilla es también palabra bonita y así vivo yo en mi condición de nefelibato o sea, que sueño y que vivo al otro lado de la realidad. Existen filtraciones, a veces me gusta estar en los dos mundos, mezclar lo marchito con lo inmarcesible para estar más cerca de mi amor que es divina y humana. Algunas damas como ella disfrutan de cierta cualidad natural que les permite acomodarse con ternura mientras descansan. Otros no perciben su propia incomodidad porque no escuchan a su cuerpo o porque se ahuyentan. Dejé de pensar cuanto me acerqué a ella para darle besos en su hombro redondo. Luego creo que me quedé plácidamente dormido. En la clase de yoga.

Lago