El negocio de Josema

Por Kimi

10.05.2021

Me dijo Josema que en cuatro años o menos habríamos recuperado el poder. Me puse en contacto con varios amigos y les trasladé la idea global del negocio: como suele ser habitual, se trataba de un problema de pasta, la que entre todos pudiéramos reunir para dar un golpe de estado postmoderno. Nos reímos cuando se lo dije: “al final siempre es más rentable que un fondo porque al menos en los cuatro años siguientes recogemos beneficios mucho más suculentos y por vía legal, amparados además por nuestro nuevo gobierno”. 

Se trataba de lo de siempre. Reunir dinero, comprar medios de comunicación y empezar la campaña, orquestada por la genial batuta de Josema. Y así lo hicimos de nuevo. Creamos un par de partidos políticos, por nuestra derecha y por el centro, para recoger votos de los descontentos con nuestro anterior desfalco y empezamos la campaña mediática. Como siempre, se trataba de machacar al gobierno, destruir la imagen del presidente y de cualquier otro que le prestara apoyo o le apuntalara con sus votos. Nos descojonábamos con los titulares que inventábamos en desayunos y comidas, sin cortarnos un pelo. En seis meses todo el mundo pensaría que eran unos inútiles y ni un solo periodista o tertuliano se atrevería a dar una opinión favorable sobre el presidente y su caterva de incapaces. Eso ya lo habíamos hecho con aquel otro presidente del que todo el mundo pensaba que era un tonto. 

Lo que pasa, le dije a Josema, es que quien es un tonto de verdad es el nuestro: ¿eso importa? ¡No, hombre!, eso es lo de menos y en el peor de los casos creamos un líder o mejor nos inventamos a una mujer y le ponemos voz y voto, ya verás como eso es de lo más fácil. Lo importante ahora, dijo, es machacar todos los días y no te quiero contar la suerte que hemos tenido con la pandemia que ha sido un regalo del cielo. Le tenemos frito, si abre porque abre, si cierra porque cierra, le echamos la culpa de los muertos y del cierre de los negocios y, como siempre, le damos a la gente lo que quiere o lo que nosotros queremos que quiera. Luego, cuando volvamos al poder recogeremos los frutos y será el momento de apropiarnos de lo público y te aseguro que seremos muy generosos con nuestros donantes. Gracias, Josema, gracias.

Kimi