En gracia y en desgracia

Por En gracia y en desgracia

20.12.2020

Con lo que nos costó a mi esposa y a mi conseguir acercarnos a él y ahora todos me dicen que me aparte y borre cualquier asunto relacionado, joder. Tendré que llamar a Morris para que lleve a cabo una limpieza a fondo en casa, en la oficina, en los móviles, las tabletas y los portátiles. Vaya fastidio, quién lo iba a decir porque era un valor, seguro no, híper seguro. Y mira que invertimos hasta conseguir acercarnos a él, aún recuerdo nuestro primer encuentro en uno de los más lujosos hoteles de París. De vuelta a España, Dora y yo comentamos que era, efectivamente, un tipo amable y campechano: “No os penséis que yo me cito así como así con desconocidos como vosotros, os podéis considerar unos privilegiados”. Claro, claro que lo éramos y cumplimos durante más de diez años nuestra promesa de no hablarle a nadie sobre nuestra relación, algo que a Dora le costaba mucho más que a mi, Dora, no, Dora, ya se que te molaría mucho decir a tus amigas con quién te relacionas pero te lo pido por favor, Dorita, a nadie, ni siquiera a Petunia, ya se que es tu amiga de toda la vida y que es un tema del que gustaría mucho presumir pero, por Dios te lo pido, Dori, ni una palabra a nadie que se lo hemos prometido y nos interesa. No estaba yo muy seguro del todo pero mi mujer me aseguraba que no había abierto la boca aunque una vez me preguntó si podía decirle a su madre con quien nos codeábamos, porque Marita siempre había presumido de Marta su hermana mayor, que si mi Martita es catedrática, que si su esposo es decano, joder, y a ella hasta le echaba en cara con quién se había casado, con un don nadie, joder si tu Marita supiera. Le dije que no, que nada de decirle a su madre nada de nada. Y ahora que ha entrado en desgracia y tenemos que cortar con él toda relación, tampoco Dorita, tampoco, ni una palabra de nuestros negocios legales desde luego, eso lo tienes que tener muy claro: legales. Otra cosa es que muchos de ellos los hayamos conseguido por sus influencias, pero eso lo hace todo el que puede, el que va al palco del Real Madrid y quien se codea con quien se codea que siempre surgen oportunidades. Y nosotros hemos estamos con el más de lo más, Dorita, la puerta abierta al Ibex y al cielo, el puestazo para nuestro hijo, el otro estudiando en los Estados Unidos y tu con tus joyas, Dori, todo legal, ya sabes, todo legal. Mira que a quien se le ocurre meterse en esos líos, él que lo tienía todo…

Rosi