Putín, Blavatski y la cucharita de Rita y Peter

Por Rosi

29.11.2022

Rita es la novia de Peter, un inglés radicado en Toledo ciudad de la que se enamoró desde el primer minuto que la vio, rodeada por las cálidas espumas del Tajo. Rita es una mujer comprometida que ahora mismo odia con verdadero fervor a Vladimir Putin y a todos los regímenes que no dejan expresarse a las personas, en particular a las mujeres. Rita lleva un tiempo estudiando la figura de Helena Blavatsky, una escritora de origen ruso, que a los 17 años se casó con un preboste armenio de 40 años. A los tres meses de este matrimonio, Helena tomó un caballo y se escapó de su casa cruzando las montañas. Viajó por Egipto, Turquía, Grecia y otros muchos países. A mediados del siglo XIX, se encontró en Londres con el que sería su maestro, un iniciado oriental llamado Rajput, Mahatma M., más conocido como Maestro Morya.

La novia de Peter se pasa el día escrutando las obras de Blavatsky, dos volúmenes esotéricos muy complejos, Isis sin velo y La doctrina secreta, tan secreta que cuesta muchas neuronas descifrarla ya que según dice Rita fue escrita por Helena mediante un sistema mediúmnico que solo se consigue descifrar algún tiempo después de su lectura, atando cabos y recibiendo la iluminación suficiente para decir eureka, por fin entendí algo.

A Rita le encantaría crear una sociedad teosófica como la de Helena pero con implicaciones sociales de defensa de los derechos humanos a ver si los zoquetes tiranos del mundo se ven obligados a perder el poder y a dejar en paz a las personas para que piensen lo que quieran y vistan la ropa que más les guste. Entre sus pensamientos teosóficos, Rita le cuenta a Peter que Putin ha invadido Ucrania para adueñarse de sus minerales y el granero de Europa y, de paso, consolidar en su país su imagen de machote que mata gente porque quiere y porque es un burro y un puto dictador.

Debido a la guerra de Ucrania, en la comunidad de vecinos donde viven Rita y Peter han enloquecido con la subida del precio de la energía y solo encienden la calefacción un par de horas. La casa está helada y también las sábanas cuando se meten en la cama. 

Gracias a la guerra de Ucrania, Peter y Rita se pasan la noche haciendo la cucharita para darse calor mutuamente.

Y mutuamente están encantados porque antes de la guerra no se podían pegar de esa manera tan cálida porque hacía mucho calor en la cama: mira, algo bueno entre tanta locura. En esos momentos, Rita deja de atar cabos y su imaginación se dedica a nadar en la nada teosófica del maestro Morya.

Rosi