El cortisol de Marisol

Por Kater-Pilar

23.03.2022

l.- GOMINOLAS DE MELATONINA

Nunca pensé que Marisol fuera así de loca, no se…, de loca no…, de puta y eso que la adoraba hasta el día en que me sentí traicionado: en un instante me había destrozado la vida. Pensé que debería alquilar un Bulldozer de Caterpillar para pasar página y dormir alguna noche sin sufrir tirones hipnagógicos que me dejaban tieso y baldao. Llegaba a la cama con los ojos y los dientes pegados, relamiendo con lengua de gato los trozos de gominolas de melatonina y valeriana, descangallado pero alterado, Marisol que yo te lo di todo, el amor, la confianza, el ipad y tantos y tantos regalos sin esperar al día de los enamorados, ni a tu cumple. 

II. LA TRAICIÓN DE MARISOL

El día de tu cumple lo he borrado ya del calendario, no existe el 7 de marzo, paso del 6 al 8 porque ese 7 de marzo fue cuando iba a darte una sorpresa con toda la peña y llegamos a nuestro apartamento y allí estabas en la cocina sentada en una banqueta con las piernas abiertas y aquel otro tipo dentro. Hubo gente que lo sintió de verdad por mi, por la putada y por el sou, algunos amigos de verdad que me llamaron al día siguiente. Pero también sé que otros van a estar descojonándose ya toda la vida. No es para tanto, dijo Marisol, un día así lo tiene cualquiera y además me había regalado unos Ferrero Rocher y me dijo que tengo unas piernas y una piel preciosas… Ahí se quedó la cosa porque corté la llamada. No se lo dije pero pensé que me parece una desmesura corresponder de esa manera a los halagos interesados de un pretendiente. No creo en tus milongas, grité a las paredes.

III. PAZ, HEDONISMO, CROQUETAS Y CORTISOL

Ahí se quedó la cosa, yo con los restos de mis gominolas de melatonina entre los dientes hasta que el miércoles Marisol me llamó y me dijo que quería parlamentar conmigo. Le habría hecho caso omiso si me hubiera propuesto hablar o dialogar pero parlamentar me tocó alguna fibra sensible que, de momento, me obligó a aliviarme la congoja mirando en la tablet una romántica recopilación de emotivos masajes de Lucy Li con un lacito rosa, luego me duché, me peiné, me puse crema facial, me chupé la yema de los dedos y mojé mis pestañas, estirándolas. Estaba guapo a pesar de todo.

Al principio de nuestra charla me puse bastante serio e incluso cortante: “me lo has hecho pasar muy mal, Marisol, he dormido fatal y he adelgazado cuatro kilos”, le solté de sopetón. Ella me miró con esos ojos de miel que me fulminan, me explicó que había estado pensando y que había llegado a la conclusión de que lo más importante de todo, lo único importante es pasar el mayor tiempo posible estando a gusto, placenteramente y en paz, lo demás, dijo, no sirve para nada, ni postureos, ni estrategias. Paz y hedonismo, es lo único que te llevas de esta vida tan extraña. Porque cada vez que te enfadas segregas cortisol, engordas, te salen arrugas, se te debilita el sistema inmunitario, te cambia el humor, te sube el azúcar y te provoca insomnio. Nada bueno…

Me pilló de sopetón y mucho más cuando sacó de su bolsa de tela un táper con unas croquetas congeladas que me había preparado, las maravillosas croquetas de Marisol.

IV. CON SU LENGUA DENTRO DE MI BOCA

Poco a poco, la página fue pasando, pasaron los días llegaron los días. Se tarda en depositar de nuevo confianza en alguien que te ha traicionado y más a la vista de todos, siempre queda algo, un resquicio de inseguridad…

No se si voy a volver a creer otra vez en ti, Marisol, no se si volveré a amarte como antes, a estar a gusto y en paz contigo, no se si a pesar de tus promesas… y de tus croquetas…

Me tapó los labios con los suyos, susurraba con su lengua dentro de mi boca, calla, mi loquito, calla y siente.

Me lo creí todo, me abandoné en sus brazos, esos momentos infinitos, Marisol, Marisol...

Kater-Pilar

(Relato modificado a las 20:29 del 24 de marzo 2022)