Mi novio y yo

Por Teresa

12.05.2020

Mi novio y yo no somos muy de ordenadores, tabletas o móviles. Los dos prometimos no ser esclavos de las redes y mucho menos dejar que nuestra relación se mantuviera por videoconferencia. Por lo cual, hablamos mucho y hablamos más, pero no nos vemos, nos gusta desear el momento del reencuentro.

El sábado él recorrería su kilómetro y yo el mío y aunque fuera a distancia sería como estar en una película de amor, solo mirándonos y hablando de lejos, un diálogo que ya habíamos ensayado.

El sábado madrugué para lavarme la cabeza y prepararme, me maquillé con precisión por si había aparecido alguna nueva arruga, labios carmín, ojos perfilados y perfume, unas gotas. Ahora ya podía arreglarme las uñas, perfectas, qué bella es una cita en el confinamiento...

Cuando llegué a la entrada de casa, se me cayó un poco la vida. Los guantes y la mascarilla estaban esperándome. Con el pelo espachurrado, el maquillaje desdibujado y las manos tapadas, mi ánimo no decayó, salí a buscar a mi amor.

Y nos dieron las 9 y las 10, las 12 y la 1 y no nos encontramos. Había tanta gente que era imposible separarse lo necesario y poder buscar. Pero lo peor es que todas las personas eran iguales, mascarilla, guantes y deseo de alejarse. Busqué tu pelo rojo me dijo, se había puesto blanco, busqué tus azules ojos le dije, llevé gafas oscuras.

Mañana hemos quedado con un clavel rojo en la solapa aunque sea de plástico.

Teresa