¿Podría ser García-Page líder y candidato del Partido Popular en Castilla-La Mancha?

Posiblemente y con más éxito que el actual, Paco Núñez. En la actualidad, la trayectoria política de Page le ha acercado más a la derecha, al tiempo que se ha ido alejando de su propio partido. Suele coincidir más a menudo con Feijóo que con Pedro Sánchez y es ahora mismo el único líder socialista que acude regularmente a medios nacionales de derechas para atacar, muchas veces de forma indirecta pero clara, a su secretario general. 

Page no suele estar de acuerdo con el líder nacional del PSOE, en general y en particular cuando Sánchez debe ceder ante sus socios nacionalistas o cuando el presidente del Gobierno de España asegura que el PP juega con cartas marcadas con algunos jueces que persiguen a su familia o a miembros destacados de su partido para intentar, con esta u otras insistentes maniobras, que se convoquen elecciones o encontrar alguna otra fórmula para conseguir la ansiada caída de Sánchez. 

Page ha manifestado en ocasiones sus preferencias por un acuerdo PP-PSOE para no depender de los nacionalistas ni de otros grupos de izquierda como Sumar aunque el propio Page tuvo que ceder en su primera legislatura con Podemos.

La oposición que realiza García-Page a Pedro Sánchez es mucho más inteligente y sibilina que la que llevan a cabo desde el Partido Popular y Vox, más directos, pero menos efectivos por su insistencia que termina por aburrir y por el tono elevado de sus insultos. Feijóo clama al cielo cuando Sánchez denuncia la cercanía de jueces al PP. Page dice que es una acusación grave y que Sánchez tendrá que probarla.

En los últimos meses, las diferencias de Page con Sánchez, que parece ignorarle, se han hecho más que evidentes y Page presume de ser ya el único líder socialista díscolo que discrepa con el presidente del Gobierno. Y eso que el actual gobierno ha avanzado mucho en reclamaciones ancestrales de la región como el trasvase Tajo-Segura; también eliminó de forma definitiva la instalación de un cementerio nuclear en Cuenca por la que tanto luchó el Partido Popular. Es verdad que Castilla-La Mancha necesita mejorar su sistema de financiación para lo que será necesario mucho diálogo y esfuerzos reales para alcanzar acuerdos entre todas las comunidades. Pero... otra de las habituales maniobras de la derecha para echar a Sánchez es no alcanzar ningún tipo de acuerdo como sucedió en la última Conferencia de Presidentes.

Page está también más cerca de otros díscolos históricos del PSOE como Felipe González que en su día apostaron por Susana Díaz y enseñaron luego el colmillo a Pedro Sánchez comprando muchas veces el argumentario de la derecha como si formaran parte de ese fantasma que agitó Aznar: “El que pueda hacer, que haga”. Es evidente y no lo oculta que el propio Felipe disfrutaría con la caída de Pedro Sánchez.

En el caso de Page, conviene una breve referencia a su ideología y al pasado de los líderes socialistas que le precedieron en Castilla-La Mancha.

Para ganar las elecciones en la región, el socialista García-Page sabía que en su tierra existía una mayoría conservadora de ideas, es decir más cercana al Partido Popular. También lo supieron los anteriores presidentes del PSOE, Bono y Barreda. Solo Barreda hablaba a menudo de hacer pedagogía social, no para adaptar su ideología a la de esa mayoría conservadora sino para modernizarla y adaptar un poco más el pensamiento de los castellanomanchegos al ideario social y de progreso del PSOE, gracias al cual, por cierto, ha avanzado Castilla-La Mancha. 

Bono andaba entre Pinto y Valdemoro, aplicando ideología, pero rezando con los curas que apoyaban a la derecha. De esta manera, visitando muchos pueblos, haciendo regionalismo y dando muchos besos consiguió ganar por mayoría absoluta durante seis legislaturas consecutivas.

Bono fue implacable cuando consideraba que cualquier gobierno del Estado perjudicaba a Castilla-La Mancha, desarrollando un regionalismo bastante efectivo en defensa de nuestra tierra. Bono se llevaba bien con todos, Page intenta llevarse bien con todos excepto con Pedro Sánchez y con quienes le apoyan. Ahora, con Page, la defensa de la región es un argumento más de confrontación permanente con Sánchez.

García-Page será el único candidato para renovar la secretaría regional del PSOE. Hay socialistas que piensan algo muy similar a lo escrito en estas líneas, pero su guardia pretoriana, sus asesores y algunos cargos que sí apoyan a Pedro Sánchez se guardarán sus críticas como si no existiera ninguna diferencia de criterios, una piña aunque realmente no entiendan el evidente empecinamiento personal de Page contra Sánchez.

En definitiva, que Page sería ahora mismo un gran líder del PP en Castilla-La Mancha con muchas más posibilidades de alcanzar el gobierno regional que Paco Núñez.

elObservadorDCLM.