El psicólogo infantil de Ciudad Real vuelve a ser condenado por abusos

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a cuatro años y un día de prisión a un conocido psicólogo infantil de Ciudad Real, colaborador habitual de los medios de comunicación y especializado en acoso escolar, por abusar sexualmente en 2016 de una de sus pacientes. Una condena que se une a la recibida anteriormente de 17 años y medio de prisión por otros dos casos similares sufridos por dos niñas de 11 y 12 años de edad en ese mismo año.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se considera probado que el psicólogo P.J.M.C., de 64 años en la actualidad, en el ejercicio de su profesión recibió a la menor en la mañana del 29 de octubre de 2016, acompañada de sus padres y su hermano menor de edad.

Tras entrevistarse el acusado con estos tres últimos a efectos de conocer la situación familiar de la menor, se quedó a solas con ella en un estudio privado en el que procedió a tumbarla en una camilla y, aprovechándose de la fuerte relajación de la menor como consecuencia de la actuación del psicólogo, la besó en la boca y le toco el pecho introduciendo la mano debajo de la camiseta y el sujetador de la víctima, además de realizarle tocamientos en sus genitales. Después, el condenado le dijo que no debía contar lo sucedido a nadie al tratarse de técnicas normales en psicología.

La sentencia también señala que, a consecuencia de tales hechos, la menor padece trastornos psicológicos de ansiedad y pánico, existentes al margen de su miedo a los ruidos de explosión y otros agentes que motivaron la consulta profesional, estando aún en la actualidad recibiendo tratamiento psicológico. Una situación que le dificulta las relaciones personales con terceros.

Por estos hechos, el magistrado lo considera responsable de un delito de abusos sexuales a menor de 16 años y con prevalencia de la situación de superioridad constituida por el ejercicio de la actividad profesional de psicólogo clínico.

Además de la pena de prisión al psicólogo se le ha impuesto la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a 200 metros y de comunicarse con ella durante 10 años, así como otros 10 de libertad vigilada una vez finalice el cumplimiento de la pena de prisión.

También, estará inhabilitado durante siete años para ejercer su profesión y deberá indemnizar a la víctima con 12.000 euros.