La recomposición y la moda imperante

Ahora que el ciudadano Rajoy ha tomado el camino de su domicilio y que el Presidente Pedro Sánchez ha compuesto el nuevo Gobierno de España, a muchos toca reposicionarse y a otros muchos recomponerse.

Depende de la posición que ocuparan antes y de las aspiraciones, el ingenio y las influencias que sepan reunir, sus maniobras alternan con las puñaladas por la espalda. La debacle ha sido enorme, el cambio, drástico y fulminante.

Es, en definitiva, una recomposición de vida, de economías pero también de ideologías y de líneas editoriales.

En el PP hay una guerra abierta aunque la mayor parte de las batallas se produzcan a puerta cerrada y apenas trasciendan. Los llamados “populares”, siempre entre comillas, tienen aprendida la tarea de tirarse los puñales sin cámaras, ni plasma aunque siempre hay alguno que graba a escondidas por si acaso en un futuro. En esto, aparece Aznar y enseña lo poco que le queda de su bigote. El que faltaba. Veremos quien sale vivo o viva y depende de lo que veamos sabremos si el Partido Popular se ha refundado o es un poco más de lo mismo para llegar a ninguna parte.

Cuando Pedro Sánchez nació, todos los medios de comunicación machacaron su imagen. No había periódico, TV o emisora (en manos del PP casi todas) donde los articulistas o contertulios no le despreciaran creando así en la opinión pública la curiosa idea del desprecio al personaje sin saber exactamente el motivo.

Tras sobrevivir triunfador en varias batallas por todos conocidas, llegar a la Moncloa y dar unos primeros pasos brillantes, varios grupos editoriales han debido cambiar su línea y contarle a la gente que Sánchez no era en realidad lo que parecía, en fin: camaleónico.

Algunos medios siempre hemos mantenido la misma línea editorial y hemos pasado duras travesías en el desierto de Cospedal. Eso, te llena de orgullo aunque muchas veces pienses que, por cuestiones de adaptación al tiempo tan variable, te faltan los colores del camaleón o las chaquetas para vestir a la moda imperante.

elObservadorDCLM