"Hay que tener un corazón muy grande" para compartir el verano con niños ucranianos y saharauis

El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha destacado este martes, en la tradicional recepción que ofrece la institución provincial a los niños y niñas ucranianos que pasan el verano en Ciudad Real con CREAN gracias a la institución provincial, el comportamiento solidario de las familias acogedoras. Caballero, que ha estado acompañado por el vicepresidente David Triguero, ha puesto especial énfasis en que el éxito del programa reside en el comportamiento modélico de las familias que deciden compartir su vida a un menor que necesita apoyo y cuidados, porque la Diputación únicamente se limita a afrontar los gastos de desplazamiento del contingente ucraniano, que asciende a alrededor de 20.000 euros.

Tras referir que aunque es destacable la decisión política de correr con los gastos del viaje, gestión que ha garantizado mientras gobierne la Diputación y haya recursos, es infinitamente más importante, según ha remarcado, el papel que juegan las familias de acogida, en la medida de que contribuyen a que la provincia, en la que se dan cita este año niños y niñas saharauis, ucranianos y bielorrusos, se convierta en una gran escuela de solidaridad.

“Creo de verdad que hay que ser muy generoso y tener un corazón muy grande para que, apartando las dificultades diarias que todos tenemos, y todos tenéis, os centréis en el afecto, en el amor y en compartir lo mucho o poco que tenéis con otros que no tienen vuestra sangre”, ha señalado Caballero para añadir seguidamente que “sin duda, eso es espectacular en términos de generosidad y de solidaridad”.

Ha comentado, no obstante, que es una relación recíproca la que se establece, ya que, por un lado, los menores son bien alimentados y disfrutan de un ambiente que no amenaza su salud pero, por otro, los padres y hermanos de acogida conocen la realidad de la vida en otros lugares donde falta lo que aquí a veces no apreciamos porque disponemos de ello de forma cotidiana. “Hay una relación de reciprocidad y de beneficio mutuo”, ha afirmado.

Ha recordado en otro momento de su intervención que hace 23 años que Ciudad Real acoge a menores ucranianos, por lo que han pasado por la provincia casi 900 niños y niñas. Caballero ha conocido también en una reunión previa celebrada en su despacho con Ramón Serrano, presidente de Ciudad Real en Ayuda al Niño (CREAN), que después de más de tres décadas desde que se produjo el accidente nuclear de Chernóbil, la radiactividad “sigue latente” y, por tanto, sigue originando graves problemas de salud. Entre otras cosas, el cáncer de tiroides y la leucemia son dos enfermedades que se detectan con bastante asiduidad.

Ha comentado, por otro lado, Serrano que el Parlamento Europeo ha emitido un informe del que se desprende que 4.000 personas podrían morir en la zona debido a la radiactividad, a lo que hay que sumar que desde 2014 viven en guerra, un conflicto que, aunque ha dejado de ocupar espacio en los informativos y en los periódicos, sigue “causando estragos”. Ha añadido el presidente de CREAN que mueren también niños y ancianos, hay muchas madres viudas y la comida escasea.

Por otra parte, ha expresado un agradecimiento sincero a la Diputación de Ciudad Real porque su generosidad permite que las acogidas sean una realidad. Y ha indicado con satisfacción que la institución provincial hace posible que en el contexto nacional se considere a Ciudad Real un territorio privilegiado porque las familias no tienen que soportar los gastos del viaje.

Al final del acto Caballero y Triguero han recogido de manos de las monitoras ucranianas que se han desplazado este verano a Ciudad Real unas réplicas de instrumentos típicos de Ucrania como obsequio institucional. Con anterioridad ambas han remarcado la importancia que tiene para los niños y niñas que el programa de vacaciones estivales se siga desarrollando. Han especificado que ahora ellos no son conscientes, pero que a medida de que van haciéndose mayores valoran mucho haber podido participar.