Las columnas están ahí

Lo primero que aprendí, sin darme cuenta, fue a no estamparme contra las farolas. O los semáforos, o las otras personas que también iban por la calle mandando whatsapp, pendientes de sus teléfonos mientras caminaban confiando plenamente en sus brújulas internas. Según la revista Nature, los murciélagos cuentan con un sistema de orientación muy similar al de los seres humanos. Luego aprendí a escribir sin necesidad de mirar a la pantalla, no como mi padre que va torpemente tanteando con los índices, la mirada fija en las teclitas y aún así se equivoca. Ahora he entrado en la fase tres que es escribir y enviar wp mientras duermo y trasmitir así parte de mis sueños. Esta mañana miré mi móvil y comprobé que le había enviado un mensaje a Silvana a los dos y media de la mañana. Decía: "las columnas están ahí" "¿Qué columnas?", respondió ella al día siguiente. Nos reímos, le dije "tía, no te lo vas a creer pero ya cojo el móvil mientras duermo y escribo frases, debe ser que estaba soñando con unas columnas o eso, no tengo ni idea..." Ja, ja, ja, nos reímos y seguimos desayunando.

Kimi