Pedro Sánchez y los otros

Albert Rivera leía con preocupación las variadas noticias sobre su declive y los malos augurios para su partido en el caso probable de que sea necesario ir a elecciones. Con la rapidez mental que le caracteriza, ofreció su abstención siempre que se cumplieran tres condiciones, por escrito. Una de ellas es que Sánchez rompa el gobierno de Navarra y, en su lugar, forme otro con la derecha que ahora se integra en “Navarra Suma”. Algunos socialistas respondieron en las redes sociales que aceptaban el noble ofrecimiento de Rivera siempre que el líder de Ciudadanos se comprometiera por escrito o romper el pacto con la derecha y la ultraderecha en Andalucía y Madrid.

Sabemos que para ser investido, Pedro Sánchez necesita el apoyo o la abstención de los otros. Pero los otros se niegan y por ello Pedro Sánchez no puede ser investido presidente. La secuencia parece muy simple, sin embargo, los otros acusan a Pedro Sánchez de ser incapaz de ser investido presidente. 

En estos tiempos ciertas evidencias precisan de ejemplos para ser comprendidas. Supongamos que dos personas se van a casar, pero una de ellas dice que no se casa y acusa a la otra de ser la responsable única en el fracaso del matrimonio.

No es exactamente igual pero el ejemplo podría seguir con el divorcio en medio de la legislatura y otras posibles variables.

Esta martes parece un día clave, veremos si estrategias y egos de unos y otros dan paso a la inteligencia.

elObservadorDCLM