¿Qué le pasa a Pedro Sánchez?

- ¿No te parece parece que la izquierda está pasando por una crisis de identidad y de encuestas...?

- Bueno, las encuestas son las encuestas, son quien las hace y quien las encarga. Hace años, en estas mismas circunstancias, las encuestas daban al PSOE siete puntos menos de los que luego realmente obtuvo en las urnas. Pero es verdad que existe esa crisis de identidad de la izquierda, de identidad con la gente, precisamente ahora cuando llevamos ya muchos años necesitados de una izquierda que se ocupe de nuestras cosas, que asegure y blinde las pensiones y los servicios públicos que pagamos con nuestro trabajo y nuestros impuestos, unos políticos decentes que trabajen para remover la brecha salarial y no solamente entre hombres y mujeres, unos políticos de izquierdas que trabajen para mejorar nuestras vidas y no solo las de unos pocos, sus amigos y sus parientes más cercanos, sus lobys que, según se ha demostrado, financian al partido en el Gobierno para obtener luego favores y concesiones públicas. Necesitamos un gobierno para el pueblo y no a costa del pueblo. Vaya mitín, hija.

- ¿Y qué le pasa a Pedro Sánchez?

- Cuando aterrizó en la política de altura, Sánchez representaba un verdadero peligro para el PP con su buena imagen, su excelente preparación. Hubo entonces un complot perfectamente orquestado por los medios en manos del Gobierno que destruyeron en un pispás su imagen. Su proyección no le interesaba ni al PP, ni a Ciudadanos, ni a Podemos. Y, para colmo, se produjo la fractura y la guerra abierta de par en par con Susana Díaz a la que apoyó casi toda la cúpula socialista. Solo en ese momento muchos medios le dejaron en paz e incluso apoyaron a Pedro, en parte porque le supusieron perdedor y también porque interesaba poner el ventilador a toda marcha. Ahora han vuelto a la carga. El PSOE debería darse cuenta de la avidez con que los medios reciben cualquier tipo de amago de desacuerdo interno. Mira lo poco que ha tardado El País en abrir este domingo con una entrevista a Susana Díaz, que no acudió al último comité federal. No hay nada más destructivo para un partido político que sus desavenencias internas…

- También el propio Pedro tendrá algo de culpa…

- No es fácil luchar contra el enorme poder de los medios de comunicación que necesitan el apoyo del Gobierno y luego devuelven favores, a veces con descalificaciones directas, otras con opiniones o publicaciones mucho más sibilinas pero con gran poder de penetración. Seguro que Sánchez y Pablo Iglesias podrían hacer algo más, trabajar juntos de una forma mucho más razonable, sin pelearse entre ellos para arañarse votos. Hacer frente común contra la derecha que nos mal gobierna, nos vende humo y luego envía cartas a los pensionistas. Pero esa unidad desde la cordura política no se si va a ser posible…

- Lo cierto es que España necesita un nuevo salto hacia el futuro. Ya está bien de engaños y de apaños. Para resolver de verdad el asunto de las pensiones hay que renovar todo el sistema productivo, invertir en investigación, unir el esfuerzo de las universidades con la vida real del trabajo en equipo y abrirse a la nueva era de la inteligencia artificial, no solo como consumidores. Los españoles hemos sido siempre innovadores pero ahora mismo parece que nos han convertido en moscas atrapadas en telarañas. Existe una generación inactiva que es precisamente la que debía estar en la vanguardia. Mariano Rajoy representa un pasado que se mueve como un mastodonte, si es que se mueve.

- En todo caso, querida, Pedro Sánchez ha demostrado capacidad y voluntad cuando se enfrenta con un reto complicado. Y ahora coincide con que mucha gente se lo está reclamando. El fin de las disputas internas y el inicio de la recuperación real del país. Se da, además, otra circunstancia que le favorece: es la primera vez en muchos años que la derecha está dividida, tirándose los trastos a la cabeza. Tendremos que estar atentos a los medios, aunque algunos se han dado ya mucha prisa en apostar claramente por Ciudadanos. En fin.

Gloria Gallas