¿Quiere el PP-CLM una Ley de Economía Circular y de Evaluación ambiental?

Castilla-La Mancha es la primera comunidad autónoma en energía fotovoltaica, la segunda en eólica y la tercera en termosolar, además de ser la tercera región con mayor número de peticiones de tramitación de proyectos renovables. Por todo ello no es descabellado que aspire a ser la primera región en la producción de energías renovables y en la lucha contra el cambio climático. 

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que en la primavera de 2020 la región contará con dos de las leyes más avanzadas en la materia, la de Economía Circular y la de Evaluación Ambiental. 

Esta normativa pretende entre otras cosas mantener la garantía ambiental al tiempo que generar actividad económica sostenible e incluye entre otras medidas la colaboración con las entidades locales, para resolver las dificultades administrativas a las que se enfrentan cuando se encuentran con proyectos que requieren el sometimiento a evaluación ambiental, ofreciéndoles, al efecto, una consultoría gratuita. 

Ambas leyes serán pioneras por lo que abrirán el paso a la legislación que surja con posterioridad, sin embargo el PP, tan dispuesto siempre a colaborar, ya ha presentado algunas enmiendas a la de Evaluación Ambiental y una enmienda a la totalidad de la Ley de Economía Circular, porque la consideran una "mera declaración de intenciones". Lo hacen de una manera un tanto anómala, ya que no presentan ningún texto alternativo que deje ver algo mejor, o presente motivos para el debate, lo que nos lleva a preguntarnos si el Partido Popular quiere realmente esa ley de Economía Circular y si tiene intención de luchar contra el cambio climático, porque una cosa es lo que se dice en los mítines electorales, otra lo que se escribe en los programas y otra muy diferente lo que se hace en la práctica, algo a lo que el PP ya nos tiene acostumbrados como el caso del trasvase, el ATC o el ferrocarril.

Siguen ampliando su ya larga trayectoria de despropósitos verbales en relación al cambio climático. A la célebre historia del primo de Rajoy, los eco-comunistas de Rafael Hernándo o las palabras del propio Aznar con su "No sé si hay cambio climático, pero en tal caso es un problema que quizá, o no, tendrán nuestros tataranietos"; viene a sumarse Dolors Montserrat: "El cambio climático supone empleo sostenible para los jóvenes". Lo que demuestra que la falta de interés del PP por el cambio climático es una evidencia.

Ya sabemos lo que el PP opina del CIS, pero debería tener en cuenta lo que opina la ciudadanía sobre el cambio climático, porque los datos lo merecen. En ellos queda claro que el 58% de los entrevistados entienden que en el cambio climático tiene que ver la mano del hombre. El 63% de los encuestados opina que esta situación se puede parar e incluso revertir. El 88% considera que las medidas para evitar este cambio climático pasan por cambiar el funcionamiento de la sociedad actual y el 33% considera que el medio ambiente tiene sus mejores defensores en la izquierda. Algo que coincide con los resultados en relación a los partidos que más se ocupan del medio ambiente y del cambio climático donde aparece el PP en cuarta posición, tras él CS e IU, mientras Vox es el último de la lista. 

Esta desidia medioambiental no la resuelven ni entrevistas, ni encuestas ni elecciones, ni tampoco las  opiniones al respecto del PP que no son casos puntuales dentro del PP, sino que forman parte de su “ideología”. Si queremos defender el medio-ambiente, que es de todos, deberíamos defenderlo entre “todos”, independientemente de colores y desde luego no ayuda poner obstáculos a las primeras medidas que se acercan a conseguirlo, sin presentar otras alternativas que puedan debatirse.  

elObservadorDCLM