La libertad de decisión de Felpeto, Martínez y García Élez

Hay quien califica al nuevo Gobierno regional de "continuista". Sus detractores para criticar que será "más de lo mismo". Sus defensores para afirmar que si los resultados de la anterior legislatura fueron buenos, por qué cambiar. 

Sea como fuere son tres los "pesos pesados" del anterior Gobierno los que han dicho adiós en esta nueva legislatura, con toda la normalidad que da el hacer uso de la libertad de disposición que cada quien tiene sobre su persona. 

Ángel Felpeto, ex-consejero de Educación, Cultura y Deportes ya estaba jubilado en 2016 cuando García-Page, le pidió que retomara de nuevo el "despertador" por las mañanas, para hacer frente a una situación a la que se había llegado tras la pésima gestión de Dolores de Cospedal al frente del ejecutivo regional. Ángel Felpeto había dejado la política en 2011 al finalizar la legislatura como concejal del Ayuntamiento de Toledo y llevaba una vida tranquila de abuelo jubilado hasta que García-Page llamó a su puerta y lo volvió a poner en activo. La lealtad del hoy ya ex-consejero, le empujó para lidiar durante estos cuatro años con escollos difíciles de salvar de no haber sido por el diálogo, diálogo y más diálogo. Así fue entre otras situaciones la difícil negociación con la Universidad de Castilla-La Mancha, por poner algún ejemplo.  

A sus 71 años Ángel Felpeto tiene los mismos deseos que cualquier otra persona a su edad, aunque aún haya quien trate de ver "los tres pies al gato" con su marcha, al igual que ocurre con la ex-viceconsejera y directora del Instituto de la Mujer.  

Araceli Martínez es una mujer que ha dejado buena muestra de cómo se debe hacer el trabajo en equipo y con claridad de ideas. Ha demostrado ser alguien que no tiene entre sus intenciones la de ocupar poltronas de manera indefinida. Su buen talante supo marcar unos objetivos y sentar las bases sólidas sobre las que poder trabajar. Consiguió todo un reto como era meter la "transversalidad" de la lucha feminista en el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha. 

Su capacidad de decisión le hizo marcarse metas, que dio por concluidas con su discurso del último 8 de marzo, donde ya esbozó su intención de marcharse de la política, para buscar nuevos retos dentro de su trayectoria personal. 

Solo quien conoce desde dentro la política puede entender la capacidad de absorción que esta tiene, capaz de anular esos retos personales a los en ambos casos y dentro de su derecho, se aferran Felpeto y Martínez. Y para los dos ha llegado el momento de empezar con ellos. Sus razones no están relacionadas en ningún caso con la política local, regional ni nacional, sino simplemente porque ha llegado el momento de pensar en su propia vida.

La tercera es Agustina García Élez, que como todo político, siempre ha soñado con presidir el Ayuntamiento de su pueblo o ciudad. Tita además, como primera mujer alcaldesa de un lugar tan especial como Talavera de la Reina, que requiere una alta dosis de dedicación, por ser la cuarta ciudad en número de habitantes de la región, por tener una de las tasas de paro más elevadas y por estar sufriendo algunas de las peores consecuencias de la falta de agua en el Tajo. Por lo que los ciudadanos han podido percibir durante los últimos cuatro años, García Élez pondrá todo su empeño en revertir la problemática de la ciudad durante los próximos cuatro años. 

Felpeto, Martínez y García Élez, son el claro ejemplo de unos buenos resultados de gestión política y de la libertad de decisión de la que todo ser humano debe disponer, aunque en algún momento se hayan dedicado a la política.   

DCLM