Poco público con ganas de comprar y mucha "reventa" en la Feria de la Artesanía de Castilla-La Mancha

El viernes 3 de octubre arrancó la Feria de Artesaníade Castilla- La Mancha, Farcama 2014, que este año celebra su XXXIV edición. Según informó entonces el Gobierno regional, el Palacio de Congresos de Toledo acoge a 110 expositores y 92 artesanos que muestran al público sus obras relacionadas con la artesanía, la cerámica, la alfarería o la marroquinería. 

Ya entonces la consejera de Empleo y Economía, Carmen Casero, valoró el "éxito de público y el gran ambiente festivo que se está viviendo en la feria", hasta el punto de que "la afluencia ha obligado a reforzar el personal de organización de Farcama para poder atender correctamente a todos los asistentes". En esta misma línea, la de la respuesta masiva de los visitantes y la consiguiente satisfacción de los expositores ha seguido abundando la Junta de Cospedal estos días. 

Pero un paseo por el "laberinto de la feria", como lo califican algunos artesanos, arroja una versión bien distinta. Los expositores aseguran que son 87 los que han acudido a esta cita donde hay momentos del día, como estas horas de la tarde del jueves donde la escasez de público "es evidente". 

"Es verdad que en algunas horas sí hay mucha gente, pero con pocas ganas o posibilidades de comprar. Por ejemplo, vemos por la mañana que llegan autobuses de la tercera edad, de colectivos de discapacitados, de colegios... Se dan una vuelta por algunos stand pero realmente casi nunca se llevan nada", denuncia una de las artesanas que el año pasado no estuvo en el Alcázar por su descontento a la ubicación elegida y que tampoco está muy conforme con el Palacio de Congresos y Exposiciones. "Aquí aparcar no es fácil, cuesta dinero, y los toledanos sabemos bien que El Miradero nunca ha sido un lugar atractivo", explica para lamentarse del precio de las entradas en plena crisis. "Si tú a alguien le cobras tres euros a diario y cuatro los fines de semana y viene acompañado de varias personas, lo más probable es que ya no compre nada, se limite a ver, pasear y marcharse con las manos en los bolsillos", agrega.

La calidad también es un asunto que preocupa mucho a la mayoría de los participantes en esta feria que se ha distinguido precisamente por ser la cita por excelencia con la artesanía. "Estamos muy descontentos porque vemos que hay mucha compraventa que productos traídos de almacenes para mayoristas que se están comercializando aquí como si fueran hechos a mano", se lamenta otra expositora que asegura que ya han hecho llegar estas quejas a la directora general de la Junta, pero no las ha atendido. "Hemos dicho que es mejor tener menos stand y terminar con la reventa a cargo de empresarios que al final terminan desprestigiando la feria, pero no se nos ha hecho caso", prosigue.

La gran ocupación hotelera de Toledo capital el pasado fin de semana, donde se llegó al 97 por ciento de reservas, tampoco se puede vincular al supuesto éxito de Farcama que han intentado transmitir desde el Gobierno regional. "Estamos ante un fenómeno de pura estacionalidad, octubre es un buen mes, y la segunda exposición del Año Greco es un factor más relevante que la feria de artesanía", detallan fuentes del sector turístico que insisten en que en estas semanas el principal reclamo para el turismo nacional e internacional continúa siendo toda la monumentalidad de la ciudad y el centenario del pintor cretense.