La noche se hizo en el mar

De la enorme bolsa verduzca resbalaban mucosidades que caían sobre la superficie del mar dejando un rastro aceitoso, destellante cuando el sol negro emergía entre las nubes que presagiaban tormenta. Si llueve será nuestra salvación. Si no, pronto estará aquí la patrulla y nos descubrirán, estos cabrones. Hay que intentar hacer algo, explotarla. Estas loco, si nos acercamos y explota saltaremos todos en pedazos cubiertos por esa mierda. Pues vámonos lejos, ahora, ya. Será inútil, la puta bolsa lleva impresa nuestra marca, nos van a follar, no quisisteis hacer caso a los técnicos que lo avisaron, esto puede traer consecuencias, se puede generar una enorme masa que emergerá sobre el mar soltando porquería, el mayor desastre medioambiental de la historia. Joder, ¿y si disparamos unas ráfagas de ametralladoras?, al menos desaparecerá nuestro logo y luego salimos de aquí echando leches. Puede que sea lo mejor. Bajaron a la bodega, sacaron el armamento, en vez de las ametralladoras haremos estallar la puta bolsa con un bazooka. Contemplaron al instante cómo se formaba una seta parecida a la que emerge cuando estallan las bombas atómicas, la costra oleosa se levantó, enormes olas alzaron el barco, la noche se hizo en el mar y en las conciencias de todos los tripulantes. Los restos se dispersaron en la superficie marina en una amalgama grasienta que cubría toda la superficie yaciente de aquel océano que se entregó a los humanos transparente, lleno de luz y de vida.

Kimi