Vox vuelve a "dar la nota" en el Congreso de los Diputados

Los diputados de Vox, lo han vuelto a hacer: "dar la nota en el Congreso", dejando claro que no son capaces de asumir su derrota,  usurpando a los socialistas sus escaños junto al Gobierno de Pedro Sánchez en lugar de ocupar los suyos ubicados en "el gallinero" del Congreso. Lugar reservado a los últimos que entran en la institución.  

Los parlamentarios de Vox ya se sentaron en el sector izquierdo de la bancada que tradicionalmente utiliza el PSOE durante la sesión constitutiva del Congreso surgido de las elecciones del pasado mes de abril, cuando desembarcaron en la Cámara con 24 escaños y este lunes  han vuelto a ocupar algunos de los escaños del PSOE y, en esta ocasión también de Unidas Podemos, antes del inicio del acto de Apertura Solemne de la XIV Legislatura, que preside el Rey en el hemiciclo de la Cámara Baja.

Tras ello, varios miembros de la dirección de los socialistas se han colocado de pie delante de sus escaños para reivindicar su sitio y dando la espalda a los parlamentarios de Vox, que permanecían sentados en los asientos.

Al final han asumido su "salida de pata de banco", por el bien de la seguridad nacional, no porque lo marque el Reglamento de la Cámara, que es una forma de acatar la ley, sino "Por respeto al Rey, y para no protagonizar ningún incidente en una sesión solemne como esta". Pero para no distorsionar una sesión solemne como esta, deberían haber ocupado desde el principio sus propios escaños.

Hay políticos que cobran protagonismo trabajando por los demás, otros defendiendo ideas y algunos solo surgen en el escenario social para "dar la nota". Durante mucho tiempo se ha hablado de esos seguidores deportivos, a los que no les gusta el deporte, pero que defienden un equipo minoritario solo para llevar la contraria a los que si siguen las competiciones deportivas.  

Este comportamiento, que se parece tanto al del "indio contrario" de la película "Pequeño Gran Hombre", aparece reflejado en el Congreso de los Diputados con el color de Vox. Incapaces de asumir una derrota, insisten una y otra vez en "liarla parda" solo para que se hable de ellos. Da igual si bien o mal, lo importante es que hablen y por eso suelen tener comportamientos de patio de colegio, como esa manía suya de colocarse en los escaños que no les corresponden. 

Esto parece lo de siempre, minorías cabreadas que se apuntan a "algo" solo para llevar la contraria a la mayoría. Una forma clara y evidente de no aceptar las normas democráticas. 

P. Moratilla