La Refundación del PP: ¿Mandan Aznar y Casado en Ciudadanos?

¿Desde cuándo el presidente de un partido político le marca a otro partido su ideología? O los de C,s son unos subordinados o esto parece ya de locos. Pablo Casado le dice a Ciudadanos que debe adoptar una posición de centro izquierda pues le parece conveniente que el partido ¿de Rivera? le deje un hueco en la derecha, demasiado saturada en el espiritual empeño de reconquista de nuestros valores nacionales. No debería en principio Ciudadanos someterse a los caprichos de Casado, mucho menos cuando fue el partido de Rivera quien descubrió el filón de enarbolar las banderas y el resurgir de la patria frente al independentismo catalán convertido, por su parte, en su mejor alimento. 

Da a entender Casado que la llamada refundación de la derecha se parece más a una hidra con la cabeza marchita por las inmundas tramas corruptas y que las nuevas cabezas, Ciudadanos y Vox, son la misma cosa nostra, inventada para satisfacer el voto del electorado avergonzado con el PP. Es decir, crear nuevos espacios para que terminen cayendo en la misma saca o al menos eso es lo que pretende el matrimonio Casado-Aznar.

El ideal del joven-viejo líder del PP es una alianza global con Ciudadanos para gobernar en cualquier lugar, ayuntamientos, comunidades y el propio Estado español, cuando sumen los votos necesarios. Y si es preciso, se unirán también los votos de Vox, es decir diversificarse para unificarse en el mismo destino en lo universal.

El panorama ideal para Aznar-Casado sería una derecha radical populista (Vox), un centro-izquierda (Ciudadanos) y una derecha liberal (PP), unidos finalmente en defensa de sus propios intereses y los intereses de los más poderosos manosenado las actuales argucias populistas de las banderas, los nazionales y la vuelta a la educación en valores cristianos con pleno y entusiasta apoyo de la iglesia.

También por estrategia y de momento, el PP de Aznar-Casado aparenta no comulgar plenamente con las posiciones radicales de Vox, un partido que siempre va a necesitar argumentos y arengas cada vez más radicales para mantener el estómago enardecido de sus exaltados seguidores. El PP es otra cosa-nostra y prefiere alejarse de ese extremismo aunque luego pacte con Vox lo que haga falta para culminar su reconquista, de la bandera, de España y del poder que para esta hidra de la derecha viene a ser la misma cosa (nostra).

elObservadorDCLM