Lo contrario de lo que hizo Cospedal

Hacer lo contrario de los que hizo Cospedal. Es el proyecto desarrollado por el actual Gobierno de Castilla-La Mancha y el mejor argumento de su presidente, Emiliano García-Page, para pronosticar que volverá a ganar las elecciones de 2019.

Cospedal llegó a Castilla-La Mancha aupada por una mayoría que la recibió con los brazos abiertos en medio de una tremenda crisis. Tardamos algún tiempo en comprender que la idea básica del Partido Popular y de la propia Cospedal era aprovechar esa situación para dar un vuelco absoluto a los valores básicos en los que se asentaba nuestro modelo de convivencia. Sin encomendarse a dios ni al diablo, inició el cambio de paradigma, sin pudor alguno y sin importarle los daños secundarios o colaterales que causaría a sistemas, colectivos y personas. Amparada en la necesidad de aplicar duros recortes para paliar el déficit y la deuda pública, comenzó a demoler el sistema social que habíamos construido con el trabajo de muchas generaciones para podernos dotar de una sanidad pública que nos acogiera sin tener que sufrir doblemente por la enfermedad y por el pago de sus servicios a una sanidad privada. Igual que con la educación pública, la demolición comenzó con el deterioro alevoso de sus servicios, el despido de miles de sanitarios, el abandono de los hospitales públicos, el cierre de centros de salud, la paralización de las obras ya iniciadas y, como consecuencia de todo ello, el interminable aumento de las listas de espera que ocultaron durante años y el desfile de enfermos a hospitales de otras comunidades.

No solo con la sanidad pública, Cospedal dejó el trabajo muy avanzado para dar la puntilla a todo el sistema público en su segundo mandato, cuatro años más en los que habría culminado su tarea con la maza en ristre auspiciada por un pensamiento neoconservador a su estilo, tintes autoritarios, sonrisa en los labios y un decidido apoyo a grupos de presión que luego le devolverían sus favores. De ahí nacieron las tramas de corrupción del PP como prueba ya inequívoca de a quien habían decidido servir en vez de a los ciudadanos que confiaron en ellos. De ahí nació también el deliberado saqueo de la hucha de las pensiones y la puesta en cuestión de todo el sistema de protección de los mayores.

Intentó Cospedal maquillar y ocultar su trabajo devastador de los servicios públicos utilizando el brazo manipulador de  su televisión pública y una enorme mayoría de medios de comunicación, también a su servicio. Los diferentes informes del Tribunal de Cuentas mostraron la cruda realidad del resultado de sus recortes que nunca sirvieron para abordar la crisis: Cospedal duplicó la deuda, aumentó el paro y en sus cuatro años de mandato nunca cumplió el objetivo de déficit marcado por el Gobierno del Estado.

En la tarea demoledora de Cospedal entró también de lleno Castilla-La Mancha, una comunidad a la que nunca sirvió y de la siempre intentó servirse para sus intereses políticos y personales. En la misma línea de todo lo dicho y con las mismas intenciones, nos quiso colocar en Cuenca el cementerio nuclear y nunca apoyó a nuestra región utilizando su influencia, como número dos de Rajoy en el PP. Todo lo contrario, siempre que ha podido -y ha podido mucho- nos ha perjudicado.

Con el apoyo de Podemos, García-Page inició la recuperación de los servicios sociales y por eso ahora Page opina que puede volver a contar con el apoyo de los castellano-manchegos “porque estamos haciendo lo contrario de lo que hizo Cospedal”.

elObservadorDCLM