Por qué los resultados de Andalucía favorecen a García-Page

Antes de las elecciones andaluzas hablábamos de espectáculo, de lo que representan los candidatos ante su electorado, de la necesidad de estar presentes, ser conocidos, fiables y cercanos. 

Moreno Bonilla escondió las siglas del PP y se presentó como un presidente andaluz moderado que se alejaba tanto de Ayuso como de Vox. En medio de un ambiente complejo, tras varias y diferentes crisis encadenadas, un ambiente político y social que ha estado muy crispado, los andaluces han optado por la tranquilidad, la moderación y el centrismo. Eran los valores que representaba el candidato del PP que ha sumado apoyos de los andaluces que no querían a los radicales de Vox en su gobierno. En la medida que el PP vaya ganando proyección, los radicales de Abascal pueden ser en parte engullidos para terminar siendo una marca residual, igual que está sucediendo con Podemos y Ciudadanos. 

Los valores que ha presentado Moreno Bonilla en Andalucía, moderación, centrismo y estabilidad, son los que en Castilla-La Mancha representa Emiliano García-Page que también gobierna, que trabaja cada día para tratar de resolver los problemas de los castellano-manchegos desde el entendimiento con todos los sectores, el diálogo y la moderación. 

Lo que es una incógnita es la manera de gobernar de Moreno Bonilla en Andalucía ahora que tiene mayoría absoluta, en temas como la sanidad pública o los servicios a los ciudadanos, pero es muy probable que su política sea muy diferente a la de Ayuso en Madrid y a la de Cospedal en nuestra región.

En cuanto al candidato del PP en Castilla-La Mancha, necesitaría de Vox sí o sí para alcanzar el gobierno y ha preferido apuntarse al perfil crispado de la presidenta madrileña que al moderado de “Juanma”.

En definitiva, sobre el papel, pierde Ayuso, pierde Sánchez, pierde Vox, ganan Feijóo y García-Page. 

elObservadorDCLM