Las lluvias de marzo y abril no logran paliar la sequía hidrológica

Las copiosas lluvias de los meses de marzo y de abril no han logrado eliminar la sequía hidrológica e incluso en el último mes la vertiente atlántica ha acumulado un mayor déficit respecto a los valores normales de lluvia, según informa eltiempo.es.

Los meteorólogos explican que el Índice Estandarizado de Precipitación-Evapotranspiración (SPEI) muestra que la sequía se mantiene, sobre todo en el Guadalquivir y en el oeste del país y, aunque la sequía no ha remitido en todo el territorio, ha caído la suficiente precipitación como para que las cosecha como el cereal sigan adelante.

Marzo fue extremadamente húmedo en el Mediterráneo y abril fue bastante lluvioso después de un inicio de año con enero y febrero muy secos. No obstante, estas lluvias no han eliminado la sequía, sino que esta se ha agravado en la vertiente atlántica, mientras que en el este peninsular, por el contrario, ha llovido mucho más de lo normal y han acumulado un superávit mayor.

Por zonas, portal meteorológico destaca el diferente panorama según las zonas, puesto que en Vigo, por ejemplo, apenas ha llovido un 54 por ciento de lo normal en estos cinco meses; en Villardeciervos (Zamora)apenas se ha recogido un 38 por ciento de lo normal y en Soria, un 72 por ciento.

En el noreste, las precipitaciones fueron escasas, como en los observatorios de Fabra (Barcelona), donde ha llovido un 46 por ciento de lo normal.

El índice SPEI tiene en cuenta las lluvias y la pérdida de agua hacia la atmósfera. En concreto, en la cuarta semana de abril y teniendo en cuenta los 24 meses previos, el índice apunta que la sequía sigue estando presente en áreas de la vertiente atlántica, especialmente en el Guadalquivir y zona occidental. Por el contrario, en zonas como Almería, Murcia o Valencia no hay sequía.

Así, aunque la situación de sequía se ha paliado parcialmente en amplias zonas, aún permanece en muchas zonas de España ya que las lluvias de los dos últimos meses son todavía insuficientes para dar por zanjada la sequía.