La España vaciada de las oficinas bancarias

No solo los mayores, todos los usuarios de los bancos están molestos con la reducción de personal y de oficinas que atiendan directamente al público. Es verdad que esta desasistencia social no solo afecta a los bancos y no hay más que intentar ponerse en contacto con una persona en la mayoría de las empresas públicas o privadas. Las públicas deberían pensarse un compromiso de atención humana porque las citas previas, las colas y, en especial los contestadores se convierten muchas veces en algo insufrible que te hace perder el tiempo, con opciones para elegir que no siempre son las que necesitas y que finalmente son un arma disuasoria para resolver problemas de los ciudadanos. Las empresas privadas van a descubrir pronto que la atención personalizada se va a convertir en una de las ofertas más apreciadas por los usuarios. Lo saben bien cuando, por el contrario, tratan de captar clientes: entonces no usan un contestador sino personas que insisten una y otra vez hasta que firmas el contrato y para cualquier gestión o duda posterior, las personas desaparecen.

Puede que aún nos encontremos en medio de la revolución tecnológica, que muchas personas mayores o no tan mayores no puedan o no quieran ponerse al día con las nuevas tecnologías que han significado despidos de miles de personas en los bancos y la imposición de exigencias de infrestructura y conocimientos de los usuarios para realizar cualquier gestión con su propio dinero. Seguro que muchos estén pensando ya en volver a guardarlo debajo del colchón o en una caja fuerte en su casa. Pero esa no es una opción y no queda más que protestar o hacerse el harakiri. 

No caen bien las noticias sobre las ganancias de los grandes grupos bancarios que están perdiendo la buena imagen social que atesoraron en el pasado. 

Las nuevas tecnologías, que ya no son tan nuevas aunque exigen constantemente ponerse al día, ni tienen marcha atrás ni son un factor negativo en nuestra evolución como sociedad, pero el trato humano es sin duda mucho más importante.

elObervadorDCLM