Cospedal siempre se salva y Casado siempre se niega a renovar el máximo órgano de los jueces

La última oferta de Pablo Casado para no renovar el Consejo General del Poder Judicial y, como es habitual, culpar de nuevo a Pedro Sánchez, coincide en el tiempo con nuevas revelaciones sobre la turbia relación entre María Dolores de Cospedal y el ex comisario Villarejo. Sucede también el mismo día en que se reanuda su juicio relacionado con diversas tramas por las que se pide al ex comisario cien años de cárcel.

La relación Cospedal-Villarejo ya había quedado acreditada, tanto que fue la causa principal por la que la ex presidenta de CLM se vio obligada a abandonar la política pero nunca pudo borrar un insistente rastro de nuevas revelaciones que constatan el cierre en falso o al menos con sospechas de causas judiciales como la Trama Kitchen o la mordida del Partido Popular a cambio de un contrato con la empresa Sufi para que esta filial de Sacyr gestionara la recogida de la basura en Toledo, toda una metáfora de una larga época salpicada de corrupción en el Partido Popular. 

Ya entonces se sospechaba que la mordida podía alcanzar presuntamente un millón de euros, parte de los cuales, doscientos mil, se habrían destinado a la campaña electoral de Cospedal: ¿qué pasó con los otros ochocientos mil euros?

Una de las habilidades de Villarejo es filtrar determinadas noticias y pruebas a medios de comunicación afines con el fin de presionar o de mostrar solo una parte para ocultar el todo. Se supuso que Bárcenas había filtrado el recibí del gerente del PP de Toledo por el que le hacía entrega de los doscientos mil euros. El juez Pablo Ruz dio traslado de la pieza a un juzgado de Toledo que terminó por archivar el caso de la supuesta mordida. Se presentó un recurso y mientras se resolvía se produjo la conversación de Cospedal con Villarejo que ahora se ha hecho pública.

La ex presidenta del PP de Castilla-La Mancha reconoce ante el ex comisario los pagos de Sacyr a Bárcenas. Villarejo, que se encuentra en ese momento acorralado por ciertas revelaciones, presiona a Cospedal dándole claramente a entender que tiene en su poder los recibos o que, en todo caso, sabe dónde están. El ex comisario le ofrece a Cospedal todo tipo de detalles para que tenga claro que puede sacarlos a la luz en caso de que ella no le ofrezca amparo, algo que finalmente queda garantizado al comprometerse Cospedal a interceder por él ante el Ministerio de Hacienda y la fiscalía. 

Se han descubierto en los últimos tiempos diversos cuadernos con anotaciones de Villarejo y en ellos aparecen algunas referentes al caso como “5 recibos Cospe”, presuntamente firmados de su mano y que justificaban el pago del millón de la mordida. Son los documentos a los que aludía Villarejo en aquella conversación para presionar a Cospedal, ya que de haber llegado al juzgado tal vez el caso no se habría archivado.

Pero, en 2019 el asunto de la mordida de la basura de Toledo queda definitivamente archivado y Cospedal sale indemne, igual que se ha retirado recientemente su imputación y la de su esposo, López del Hierro, sobre el Caso Kitchen, el espionaje a Bárcenas por parte de la policía y el ministerio del Interior de Rajoy, con participación de Villarejo para robar al ex tesorero documentos que afectaban a altos cargos del PP y del gobierno.

Cospedal siempre se salva y, volviendo al principio, existen numerosas conclusiones sobre un periodo muy negro en el Partido Popular que aún no se ha cerrado. En todo caso sería deseable alejar cualquier sombra de sospecha en relación con la ecuanimidad de la justicia, algo en lo que poco ayuda el persistente bloqueo de Pablo Casado para renovar del Consejo General del Poder Judicial, un mandato judicial que debería haberse cumplido hace ya más de tres años. Las diferentes e infantiles excusas del PP pueden hacer pensar que existe un interés vinculado a estos asuntos que nunca terminan de cerrarse.

elObservadorDCLM