La simulación infinita

Ahora resulta que Cospedal tenía razón. Lo ha dicho nada menos que el magnate Elon Musk quien considera que la vida de los seres humanos es una simulación en diferido, una especie de Matrix o videojuego ideado por unos programadores que manejan a su antojo la vida de nuestro universo local. Se pone así fin a una larga discusión del ser humano sobre el destino y la casualidad, cavilaciones en el interior de la cueva sobre la determinación o el azar de todo lo que nos acontece que no es poco, como asegura la adorada Nieves Concostrina. Lo que faltaba era poner cara al destino, una fuerza que está por encima de nosotros y nos empuja a una sucesión inevitable de acontecimientos de los que no podemos huir. El destino son ellos, los programadores del video-juego en el que nos creemos ser protagonistas hasta de nuestras dudas y nuestras frustaciones. Claro que es bastante probable que los programadores sean tambien programados.

Antes que Cospedal nos lo contó Platón en el año 380 a de C. La vida de aquellos personajes atados en el interior de una caverna era otra simulación: pensaban que la vida eran las sombras de la realidad que se proyectaban en una pared, algo parecido al cine, solo que en este caso el proyector era una hoguera de vanidades. 

Cuando uno de los prisioneros salió fuera de la caverna descubrió que la vida era otra cosa pero lo que no sabía es que esa otra realidad era otra simulación bien en directo, bien en diferido.

Bárcenas manejaba las finanzas del PP aunque en realidad se trataba también de una simulación de la vida económica en B del partido, parte de la cual salía en directo a paraísos fiscales.

Ahora solo queda esperar a ver si quienes programan el destino le van a soplar a la oreja al juez que Cospedal no tuvo nada que ver con la trama Kitchen, entonces exculpa de toda culpa a la ex de tantas cosas y, por aquellas casualidades del destino, vuelve a hacerse con las riendas del partido. Si el destino es caprichoso, no digamos la voluntad adolescente de los programadores.

elObservadorDCLM