30.08.2019 18:28h.

Derecho a elegir

Por Julio García-casarrubios Sainz

Valdepeñas, 30 de agosto de 2019


Si vamos al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, y buscamos la palabra "eslogan" leemos: "Fórmula breve y original, utilizada para publicidad, propaganda política, etc" En ninguna de las acepciones dice que el eslogan es un medio para engañar, mentir, o esconder otras intenciones que no sea la del propio significado. Desgraciadamente, en política se utiliza, con demasiada frecuencia, para engañar; cuando no para esconder otra realidad distinta a la que pudiera parecer.

Es el caso de cuando, desde posiciones conservadoras se utiliza el eslogan: "Derecho a elegir". Un sector de la derecha está martilleando todos los días con que los padres tienen el derecho a elegir la educación que quieren para sus hijos. Es mentira; es una falacia. Lo que buscan es un sistema educativo a la medida, a sus gustos, adaptada a su ideología. Un sistema que segregue a los alumnos por su condición económica y social. Un sistema que disponga de los mejores medios y las ayudas más adecuadas.

Si ese sector de la sociedad lo desea así, hace muy bien. Es verdad: tiene todo el derecho a elegir lo que quieren para sus hijos. Pero no con del dinero de los demás. El dinero de todos está para una enseñanza pública de calidad; donde se concentren todos los esfuerzos, todas las ayudas. Una escuela pública de calidad es la mejor garantía de un verdadero principio de igualdad de oportunidades. No. Detrás del derecho a elegir se esconde una enseñanza selectiva que mejore el sistema para unos pocos, y deje la escuela pública como una enseñanza de segunda para unos alumnos de segunda. Como no se frene lo que en Madrid se está sembrando desde hace muchos años, la escuela púbica terminará siendo una subsidiaria de beneficencia.


Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real


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