De nuevo a subasta el "barco del PP"

El "capricho" de Arturo García Tizón, el barco de Ciudad de Vascos, sale de nuevo a subasta y esta vez ya es la quinta a la que se enfrenta un catamarán que se construyó expresamente para navegar un río "no navegable", sin permiso de navegación de la Confederación Hidrográfica del Tajo, y con un coste que bien pudo servir para pagar los comedores escolares o las ludotecas, cerrados días antes.

Esta vez el precio de salida de la subasta es de 264.543 euros. Algo así como 80.000 euros menos que la primera subasta celebrada en 2017 y 90 mil menos que el precio pagado. Un dinero que salió de los bolsillos de los toledanos, y abonado por unos políticos sin escrúpulos que querían darse un "capricho", pensando en momentos de asueto cuando lo que preocupaba en aquel momento era comer.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ya declaró la nulidad de la urgente ocupación y procedimiento expropiatorio de Ciudad de Vascos en su día. Una medida tomada sin ningún miramiento por el Gobierno del Partido Popular que entonces presidía María Dolores de Cospedal, que dijo “encantarle” la idea.   

Una inversión que no contaba con proyecto de viabilidad, de la que en su día el Tribunal advirtió de "la posible desviación de poder de Cospedal y Tizón en la tramitación del proyecto" y en cuya sentencia quedaba recogido que "se pudo aprobar para conseguir rédito de tipo electoral de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2015".

De poco le sirvió al PP de Castilla-La Mancha este desastre manifiesto, aunque aun así se llegaron a gastar 3 millones, de los seis que tenían presupuestados, entre los que se encuentra el pago del barco de "las subastas". 

A veces es necesario hacer memoria, para no olvidar el despilfarro realizado a costa del bolsillo del trabajador durante la más dura de las crisis económicas de los últimos tiempos. Todo ello a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia intentara pararlo hasta en tres ocasiones y solo se consiguió cuando se les advirtió, a los dirigentes populares, de la obligada actuación de las fuerzas del orden público. 

Hoy Cospedal ya no está ni Tizón tampoco, pero la basura que dejaron sin recoger sigue molestando a la ciudadanía que no ha podido recuperar de ninguna manera el dinero que les costó un “capricho” del Partido Popular.  

P. Moratilla