La espantada del concejal de Cuenca al estilo Garrido

El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha tenido que leer el nombre de su concejal de Deportes, Ángel Llorens, en el Boletín Oficial de la Provincia, para saber que el próximo domingo se podría convertir en concejal del Ayuntamiento pero no al amparo del PP sino bajo las siglas de C´s. 

La falta de escrúpulos ha llevado a Llorens a silenciar este hecho, tal vez con el único objetivo de seguir cobrando el sueldo de concejal, ya que desde el 14 de marzo de 2016 era concejal liberado por el PP. La dedicación exclusiva a sus funciones municipales, que fueron remuneradas durante más de tres año, por todos los vecinos de la ciudad de Cuenca, tal vez no fueron tales, dadas las circunstancias al haber ocupado e invertido un impreciso espacio de tiempo en negociar las condiciones de su inclusión en la lista del partido naranja. 

Los vecinos de Cuenca, deberían pedir la devolución de los salarios percibidos por este concejal, como contraprestación a un trabajo que no se ha realizado al cien por cien, al igual que se hace cuando se vende un producto defectuoso, porque a algunos políticos parece importarles poco los problemas de los vecinos y sí mucho los salarios que pretenden percibir al amparo de los mismos. 

Llorens, que no iba esta vez en la lista del PP, ha sido cesado fulminantemente por el alcalde de Cuenca en el mismo momento en el que tuvo conocimiento de su inclusión en la candidatura naranja. 

Si Garrido, ex-presidente de la Comunidad de Madrid en sustitución de Esperanza Aguirre,  esperó a que faltaran cuatro días de la jornada electoral para hacer pública su decisión-negociación con C´s, el concejal de Cuenca pretendía hacerla pública con la toma de posesión como concejal del partido de Albert Rivera, de haber conseguido su sillón, para sustituir la nómina de concejal del PP, por la de concejal de C´s.

La formación naranja abandona a María Jesús Amores, Antonio Carrascoso y Antonio Calvo, concejales de C´s hasta hoy, para recoger "los restos" que al PP se le van cayendo.

Ahora el partido de Albert Rivera se ha transformado en el "coche escoba" de la política, agrupando bajo unas mismas siglas (C´s) a todos los cabreados del Partido Popular. Ya no se trata de casos aislados, sino de todo un regimiento de populares que abandonan el barco azul, para pasarse a las lanchas naranjas de los socorristas que recuperarán para ellos el protagonismo que un día perdieron, aunque solo sea con las noticias que muestran la falta de escrúpulos de algunos políticos.

Todos estos comportamientos avocan a una reflexión profunda para el próximo domingo. Si algunos políticos no mantienen la ética, la decencia, la honestidad, la honradez y la sinceridad con su propio partido ¿Que pueden esperar los ciudadanos de su gestión política? Sin duda se trata de situaciones "legales" pero "amorales" que la decisión de los votantes debería poner de manifiesto no apoyando este tipo de candidaturas en las urnas. 

DCLM