Idénticas identidades identitarias

No es bueno que PP y Ciudadanos basen toda su estrategia electoral en un eventual y soñado aumento de la tensión en Cataluña. No parece buena idea poner todos los huevos en una sola cesta, más cuando nacionales españoles y nacionalistas catalanes alimentan las adhesiones a su causa y a sus banderas en un idéntico caldo de cultivo, el progresivo incremento del conflicto que encienda las entrañas de sus votantes. Ciudadanos lo tuvo cerca cuando sintió que encabezaba las encuestas en el momento más álgido del conflicto cuando arrebataron al Partido Popular las banderas nacionales. Ahora, el casadismo de Aznar pugna con Rivera por enarbolar el sentimiento rojigualda desde posiciones de una derecha extrema que a su vez disputa con Vox. 

Tenemos así a tres partidos políticos  que intentan pescar en el mismo caladero y no se dan cuenta (o se la dan) que el suyo es en el fondo ese mecanismo identitario e idéntico al que utilizan los nacionalistas para buscar enardecidas adhesiones que precisan un incremento permanente y entusiasta del enfrentamiento. Un mecanismo conocido ya en la historia de muchos países que, además de servir a provechosos fines electorales, ha servido también para generar y justificar contiendas civiles.

Demasiadas gallinas en el mismo gallinero mientras el gobierno “zombi” de Sánchez parece haber encontrado la milagrosa fórmula para enfriar el conflicto. Eso es algo que a algunos molesta pero seguramente alegrará a muchas familias catalanas en el fondo de sus corazones. Se han dado cuenta y no parecen dispuestos a ser carne de los cañones electorales de nacionales y nacionalistas. En este escenario, parece que el gobierno de Sánchez depende de los nacionalistas pero no tanto como dependen del conflicto los partidos de la ultraderecha.

elObservadorDCLM