El Hospital de Toledo batió su récord de trasplantes renales el pasado año

Desde que el 7 de marzo de 2007 el centro sanitario toledano se convirtiera en el segundo hospital de Castilla-La Mancha autorizado para realizar injertos de riñón, se ha conseguido alcanzar un total de 151 trasplantes renales, según ha informado el SESCAM en nota de prensa.

Todos los trasplantes han sido posibles gracias a la labor y al esfuerzo de un equipo multidisciplinar formado por intensivistas, nefrólogos, urólogos, anestesiólogos, profesionales de enfermería y los coordinadores de trasplantes de este centro sanitario, que participan tanto en la extracción de órganos como en los trasplantes.

No obstante, todos ellos recuerdan que esta labor es gracias a la generosidad y solidaridad de los familiares que en los momentos más duros del fallecimiento de un familiar decide dar vida a otra persona que lo necesita.

Respecto a los datos del pasado año, la provincia de Toledo ha encabezado el número de donantes de órganos y tejidos con 31 donantes, de los cuales 26 se registraron en el Complejo Hospitalario de Toledo. En total, Castilla-La Mancha ha contabilizado un total de 58 donaciones de órganos, de las que 74 por ciento han sido donaciones de órganos y tejidos y el 88 por ciento han sido multiorgánicas.

Con este número de donaciones se establece una tasa de donación en Castilla-La Mancha de 27,3 donantes por millón de habitantes.

La edad media de los donantes en Castilla-La Mancha es de 59 años, disminuyendo en más de cinco puntos respecto a la media del 2011 (64,83). El mayor número de donaciones (47 por ciento) se ha registrado entre los mayores de 60 años, habiéndose incrementado en gran medida el porcentaje de donantes menores de 40 años. En España, el 50,7 por ciento de los donantes son mayores de 60 años y el 1,7 por ciento tenían una edad inferior a 15 años.

DÍA MUNDIAL DEL RIÑÓN

Este jueves se ha celebrado el Día Mundial del Riñón, en colaboración con Alcer, y coincidiendo con esta jornada los profesionales sanitarios han recordado la importancia de cuidar la función renal, incrementando el ejercicio físico, cuidando la alimentación y controlando la ingesta de sal y, sobre todo, han subrayado la importancia de una buena hidratación.

La insuficiencia renal crónica se produce como consecuencia de una disminución de la capacidad de filtrado del riñón, aproximadamente un 60 por ciento de la función normal del riñón. En sus estadios iniciales la insuficiencia renal crónica evoluciona sin dar síntomas clínicos, por lo cual cuando se detecta suele estar en un estadio avanzado y con limitadas opciones de tratamiento para poder revertir la insuficiencia renal.

Los principales procesos médicos asociados a la presencia de una insuficiencia renal crónica son la obesidad, el colesterol alto, el tabaquismo, diabetes mellitus, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.