El miedo ya no da miedo / Paloma Moratilla

A veces se escuchan en la "casa de todos", palabras mayores y hoy era uno de esos días. La diputada popular Dolores Merino, aprovechando su intervención en la tribuna de las Cortes regionales esta mañana decía, subiendo el tono de voz, a los ciudadanos de Castilla La Mancha que esta región se había transformado en un "social-comunismo", siendo la vergüenza de España y de Europa. 

Hay a quien de pequeños, les cambiaron el hombre del saco por el mote del último alcalde republicano del pueblo, y era quien venía si se portaba mal, como el lobo, el ogro, o el coco.  Cuando volviendo del exilio conocieron al personaje  honrado, honesto y leal, lo adoptaron como abuelo hasta el final de sus días.

Los ciudadanos ya estamos acostumbrados al "difama que algo queda" del Partido Popular, y tanto han difamado, que ya no nos creemos nada. Por no creer, no creemos ni al Presidente del Gobierno de la nación y a la vez de su partido cuando dice que "no sabía nada de la caja B" de Bárcenas. Tampoco nos asusta que la popular Carolina Aguado diga que "Page y Podemos quieren convertir a Castilla La Mancha en la Venezuela de España". 

Decir que el gobierno de Castilla La Mancha se ha transformado en social-comunismo, es demostrar que no se sabe muy bien de qué se habla. El 9 de mayo de 1891 tomó posesión el primer cargo institucional del PSOE  (concejal de Bilbao para más señas) y en 1910 el primer diputado nacional Pablo Iglesias (sin Turrión). El 11 de octubre de 1974 con Felipe González a la cabeza y en Suresnes, el PSOE dejó de ser marxista.

Por su parte Podemos nació el 16 de enero de 2014 y aún no han definido con claridad su ideología aunque se les ha tachado en los medios de comunicación como comunistas, socialdemócratas, demócratas participativos o incluso republicanos. 

Hasta ahora habíamos oído hablar del Nacional socialismo de Hitler, más próximo a la derecha que a la izquierda. El Nacional sindicalismo también llamado falangismo, en el mismo lado del espectro político, pero esta palabra de Social-comunismo hasta hoy solo la había visto en el periódico de Marhuenda "La Razón".

Lo lamentable es que se haga política sensacionalista y fácil con términos que inducen a la confusión, como si se tratara de poner título a un programa de televisión, buscar un titular o el hastag a una frase para hacerlo viral en las redes sociales, al tiempo que hablamos del caos y el miedo. Por favor sean serios, hagan política de verdad y dejen los sensacionalismos. 

Paloma MORATILLA