'FUERA'. La España franquista en los lápices de Isabel Ruiz

Me confieso apasionado de la historia, quizá influenciado por la frase de Marx "la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa", o quizá porque como marxista considero el materialismo histórico el mejor método de análisis de la sociedad que vivimos. Puede que os disgusten las referencias a Marx, pero creo que son muy oportunas para valorar la novela ilustrada de Isabel Ruiz y la época que en ella nos muestra.

Cuando abrí y avancé por las hojas de ‘Fuera’, en una primera mirada, me emocionó la textura del papel y el olor a tinta, sensaciones difíciles de encontrar en la realidad virtual. Hay dos olores que todavía me emocionan, el de las panaderías tradicionales con horno de leña y el de las imprentas. Ambas impregnan con su aroma todo el barrio y mientras uno alimenta el cuerpo el otro alimenta los sueños.

Pero volvamos al contexto histórico de ‘Fuera’ y a lo que estamos viviendo en nuestros días. Isabel Ruiz nos advierte del riesgo de blanquear a los herederos del Franquismo pues con ello blanquearemos también los crímenes cometidos contra las mujeres durante la dictadura franquista. Las mujeres son actualmente el sector de población más violentado de palabra y hecho por los herederos del franquismo y, pese a ello, los medios de comunicación y la derecha política resta importancia o blanquea tal violencia.

‘Fuera’ es una denuncia valiente de lo que han sufrido las españolas durante cuarenta años. Si en ‘Dentro’, la primera novela ilustrada de la trilogía, se centraba en el encarcelamiento y aniquilación por fusilamiento de las mujeres republicanas, especialmente maestras, intelectuales y jóvenes activistas, en ‘Fuera’ nos muestra que las que no fueron encarceladas tampoco se libraron de las torturas, la humillación y el asesinato.

Eran mujeres que habían alcanzado grandes cotas de libertad e igualdad con el Gobierno de la II República y que de pronto vieron derrumbarse sus derechos democráticos como un castillo de naipes para volver a convertirse en subalternas de los hombres y víctimas del ideario medieval del régimen franquista y la iglesia católica.

Tanto el régimen como la iglesia fueron rencorosos y vengativos y se esforzaron en humillar a aquellas mujeres rapándoles el pelo, dándoles aceite de ricino para provocarles diarreas y paseándolas por las calles para dejar claro que no habría ni piedad ni perdón con las desafectas. El señalamiento público iba siempre acompañado de la pérdida del empleo y de las penurias que ello comportaba para las familias: “Y lo peor son los domingos, cuando la plaza se llena de gente después de la salida de misa de doce y están todos tomando el aperitivo. Es cuando aprovechan para pasear en fila a las mujeres que pasaban por rojas, desaliñadas del todo, cortado el pelo al rape y afeitadas las cejas”

Las rapadas, las señaladas, no solo eran objeto de mofa y escarnio, también eran explotadas laboralmente y en ocasiones encarceladas y asesinadas: “Mi madre llegó llorando a la casa, sin dejar de llorar se metía en la cama (…) un día la obligaron a que llevara un cubo y trapos para limpiar el cementerio, otro la iglesia, el paseo, un local abandonado… y finalmente la acusaron de rebelión militar”

Y frente a esta situación, como dice Isabel Ruiz, solo cabe la connivencia, el silencio, el exilio o la lucha. Y aquellas mujeres formaron parte de la resistencia al régimen franquista ocupándose del transporte y reparto de la propaganda antifranquista, de recaudar fondos para el partido, y, con los hombres en la cárcel o fusilados, tuvieron que sacar adelante a las familias, luchar para recuperar los bienes incautados por el régimen y conservar la memoria para darles la dignidad merecida a las víctimas.

‘Fuera’ transita por los cuarenta años de dictadura mostrando el agobiante y opresor régimen que borró la sonrisa de las caras de la gente. Unas pocas líneas de texto límpido y directo anteceden a decenas de ilustraciones de trazo sencillo y realista que no esconden la crudeza de las rapadas o señaladas públicamente, ni de las ingratas tareas a que eran sometidas las rojas, ni de sus luchas como correos y enlaces de los maquis o de las primeras células antifranquistas, las primeras huelgas y movilizaciones universitarias.

Isabel Ruiz muestra una descarnada imagen de la España franquista sin recurrir a lo escabroso, de hecho, la única muerte que se muestra en la novela es la del dictador. No hay color porque no lo había en la España de entonces. ‘Fuera’ es una novela de autora, construida con lápices y tipografía de máquina de escribir. Es difícil mostrar más con menos y en ello, Isabel Ruiz es una maestra consagrada del relato y el dibujo.

Marcel Félix de San Andrés Sánchez