A cazar naranjas

Sería una buena letra para una canción pero el tema pierde cuando se traduce a la vida real o a la surrealista vida política española. 

Cuando Mariano Rajoy perdió el gobierno por la corrupción del PP y la moción de censura de Pedro Sánchez, su entorno de poder y negocio, posiblemente capitaneado por Aznar, decidió crear dos partidos de derechas, Vox para recoger el voto ultra y Ciudadanos, para recibir un voto de la derecha un poco más centrado. La idea era reunir en estos dos partidos los votos que iba a perder el PP por la corrupción y luego formar juntos los gobiernos que pudieran como sucedió después. Dividir para sumar.

Pero estos inventos los carga el diablo (Aznar) y luego es muy probable que sus gallitos intenten marcharse de casa como adolescentes que descubren el nuevo mundo. Ribera lo intentó pero quienes habían creado el artificio e invertido mucho dinero en lanzar un PP encubierto le pararon los pies y fue  entonces cuando Albert entonó la letra de otra canción: el cinturón sanitario a Sánchez. Al mismo tiempo y con las mismas espinillas de mancebo, Abascal pensó que podía extender sus alas y sus garras más allá de los dominios de sus creadores como un blade runner o cazador implacable. Así, el tri-invento artificial creó un desconcierto y una descomposición natural tanto en Ciudadanos como en el PP que no sabía si centrarse o ponerse un tapabocas de luto con la bandera de España. De momento ha sido Vox el único partido que ha sabido obtener fruto de una estrategia nacional para dividir al PP en tres partidos con el fin de captar el voto de los desencantados debido a la corrupción popular acreditada por la justicia.

Ahora, el PP está llamando a filas a los naranjas porque piensa que son sus hijos pródigos o el fruto de su propio árbol. Vemos injertos como Toni Cantó y un intento de recolectar cítricos con ostentación como ha demostrado el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, al asegurar que “numerosos cargos de Ciudadanos de la región se estaban interesandos en la posibilidad de venir al PP”, es decir de regresar al nido materno.

Pero le ha contestado uno de ellos con la debida contundencia que suele mostrar Alejandro Ruiz, ex Ciudadano y ex presidente ya del Grupo naranja en las Cortes de CLM. Ha acusado a Núñez de “cazar gente de Ciudadanos y no al revés” y ha añadido que “jamás trabajaría con Núñez porque representa política de postureo, de titular barato, sin que nadie le haya visto en una comisión, en una reunión, en una negociación; política de fotos por los pueblos, dando abrazos…". Cría cuervos.

El ex dirigente regional de Ciudadanos ha reconocido por el contrario que Page “tiene virtudes, es un buen político y gente de su equipo me ha demostrado una profesionalidad tremenda. El PSOE tiene un control de la región tremendo y son muy currantes”. 

Ya se sabe, los sueños de la razón producen para unos monstruos y para otros mirlos blancos, eso sí con el pico naranja.

elObservadorDCLM