La sanidad pública siempre en lucha: primero fue el PP, ahora el COVID-19

La desvergüenza tiene nombre propio. Se llama Partido Popular y aquí la pueden llamar María Dolores de Cospedal. La recordarán por estos lares porque fue la artífice del mayor recorte que ha vivido la sanidad pública en Castilla-La Mancha desde que esta región tiene su competencia. En 2011 tomó el timón de esta tierra y hundió a conciencia el barco con todos sus ocupantes a bordo. ¿Botes y chalecos salvavidas? Sí, para la primera clase y, por supuesto, con cargo a las arcas públicas. 

Nunca el refranero popular fue tan tristemente previsor y “de aquellos polvos, estos lodos”. La señora de las indemnizaciones en diferido recortó 2.000 millones de euros en Sanidad, despidió a 3.750 profesionales y suprimió camas hospitalarias sin importarle las consecuencias. ¿Por la crisis? No, por ideología. Ella prefirió cobrar de lo público y trabajar para lo privado. 

Ahora, reconvertida en columnista de opinión, se permite dar lecciones y atacar la gestión del Gobierno en esta crisis sin precedentes que es el COVID-19. Sin embargo, de nuevo queda en evidencia (nada nuevo bajo el sol). Ella es una de esas voces autorizadas en las cloacas de la derecha y un deleite para los amantes del humor delirante. Si les pareció gracioso aquello del ‘PP es el partido de los trabajadores’ o aquello otro de ‘hacer política presupuestaria para saquear a Castilla-La Mancha’, no menos sorprendente es su penúltima afirmación. Una frase que podríamos haber incluido sin más en su libro de tonterías ilustres, de no ser por las complejas circunstancias en las que nos encontramos y porque las suscribe una persona que nunca ha mostrado el más mínimo interés, no ya por el Estado de Bienestar, sino por las personas a las que protege. Afirma que la sociedad del bienestar ha estado por encima de las posibilidades reales de nuestra economía. Y al escucharlo una no puede más que respirar hondo y pensar en aquella otra expresión que popularizó la derecha en la crisis económica de 2008, ‘Viven por encima de sus posibilidades’. Todo unido viene a decir que si unos y otros (nosotros y ellos) tenemos los mismos derechos qué pasa con sus privilegios y con sus negocios. Eso es lo que preocupa a la derecha: conservar sus privilegios y sus negocios. No quieren que seamos iguales y desconocen que esa igualdad de derechos, de oportunidades, de libertades… nos hace infinitamente diferentes.

María Dolores de Cospedal y Francisco Núñez, todos a una, no contentos con gobernar contra los ciudadanos y ciudadanas de esta región, se erigen en genios de la lámpara y en portadores de recetas mágicas que sólo buscan el rédito político y, más triste aún, el personal. La una y el otro no quieren soluciones, no les preocupa el sistema sanitario castellano-manchego, porque si de verdad en algún momento hubiera sido una prioridad en su agenda habrían invertido su esfuerzo en mejorarlo y no en ahogarlo, o lo habrían dotado de recursos en lugar de recortarlos. Sin olvidar, ¿cómo hacerlo?, sus rastreras maniobras de privatización de hospitales, como el de Toledo. Sí, el mismo que ahora el Núñez’s Team tiene en boca todo el día es el querían utilizar para el mercadeo con la salud de las personas. Por cierto, desde que esta región les dijo adiós allá por 2015 se han ampliado las plantillas, las camas en hospitales y la sanidad pública vuelve a ser una prioridad, pero deshacer el camino andando no es sencillo, aunque se dan pasos en la buena dirección. Así, el presupuesto regional para 2020, previo a esta crisis sanitaria, recoge casi 3.000 millones de euros para el Sescam.

Castilla-La Mancha tiene memoria y recuerda con una claridad que aún duele qué significó el gobierno del PP. Fueron suficientes 4 años para destruir un sistema sanitario que se levantaba sobre una inversión del 28% del presupuesto regional, con más de 26.000 profesionales y en torno a 1.100 consistorios en zonas rurales, por señalar algunos ejemplos. 

Cospedal, Núñez, Casado… da igual el nombre que le pongan y la comunidad autónoma en la que se muevan, la derecha siempre aclama aquella frase que popularizó su capitán España de ‘cuanto peor, mejor’. Para ellos la sanidad es sólo una barra en un gráfico de excel. Ahora hablan de su importancia y seguro aplauden puntales cada tarde a las 8 en sus balcones, pero su líder, todavía hoy, es incapaz de aclarar si la dotaría con más recursos. 

Nuestro sistema sanitario, en Castilla-La Mancha y en el resto de España, combate con estoicidad estas semanas los envites titánicos de una bestia llamada COVID-19 pero no olvidemos que antes tuvo que soportar los ataques del PP. Los y las profesionales sanitarios son unos verdaderos héroes porque defienden la sanidad pública con su trabajo, ahora y siempre, pero no está de más recordar que en política todos no son iguales.

Artemis