CLM tasa en 106 millones de euros la deuda no pagada del trasvase

El Gobierno de Castilla-La Mancha calcula que la deuda no pagada a la Comunidad Autónoma en concepto de tarifas del trasvase Tajo-Segura desde que el Estado acordó cederlas en el año 1986 a las comunidades autónomas estaría actualmente en 106 millones de euros, según adelantó este martes el director general de la Agencia del Agua, Antonio Luengo.

Durante su comparecencia en la Comisión de Medio Ambiente y Agua de las Cortes para hablar de las tarifas del acueducto, indicó que así se desprende del estudio que han realizado de todos estos años, que arroja una situación "bastante problemática", ya que a ello hay que sumar que los costes de amortización de la infraestructura que, aunque deberían "haberse terminado ya", actualmente están en el 37%; y otros que no se computan como los costes ambientales, sociales o de oportunidad.

"Si de pronto se acaba el trasvase, ¿quién va a pagar todo esto y qué transferencia de dinero se va a hacer a Castilla-La Mancha?", se ha preguntado Luengo, que ha asegurado que a los regantes del Levante se les han perdonado "dos tercios de lo que tenían que haber pagado" por el agua trasvasada, hecho que ha criticado, convencido de que, por eso, "cuando hablan de desalación dicen que es cara".

Luengo explicó que el trasvase tiene una longitud de 292 kilómetros y que la infraestructura se divide en tramos a los que se aplican las distintas tarifas que se reparten entre Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura, correspondiéndole a la región 4/9 partes de lo recaudado. En concreto, los usuarios del trasvase pagan por las obras, por gastos fijos y por gastos variables.

Castilla-La Mancha reclamó al Ejecutivo por el precio de las tarifas --se abonan 0,09 céntimos de euro por metro cúbico de agua para regadío y 0,14 si es para abastecimiento-- argumentando que "no se hicieron bien las cuentas". La Comisión Central de Explotación, encargada de elaborar periódicamente el documento con la propuesta de tarifas, hizo una última actualización en febrero de 2017.

En cualquier caso, Antonio Luengo precisó que el objetivo último del Gobierno autonómico no es que se paguen las tarifas "sino que no se lleven el agua" y esa es una posición que Castilla-La Mancha tiene "clara". "Tenemos que hacer un pacto del agua necesariamente", expresó finalmente.

PODEMOS: EL TRASVASE "NO COMPENSA"

Desde el Grupo Parlamentario Podemos, David Llorente manifestó que el trasvase "no compensa ni de lejos" porque la diferencia entre las compensaciones que se pagan a Castilla-La Mancha --que este año va a recibir unos 4,1 millones de euros por este concepto, estimó-- y la riqueza estimada que genera el acueducto "arroja un saldo inmensamente negativo" para la región.

Tras lamentar que la Comunidad Autónoma tenga que asumir un "coste y una deuda histórica que son del todo inasumibles para la región", ha instado a destinar el dinero de las compensaciones a poner en marcha las desaladoras en el Levante, a derogar el Memorándum del Tajo y a "poner el cierre ya al trasvase".

PSOE: "ES UNA DISCRIMINACIÓN"

La diputada del PSOE Carmen Torralba demandó que se apliquen "los costes reales" del trasvase, incluyendo en ellos también los energéticos y medioambientales, ya que su precio actual "no es justo". A su juicio, se paga "una centésima parte de lo que vale" el agua, que se da "prácticamente regalada", confiando en que el Gobierno de Pedro Sánchez haga "realidad" que el agua "se quede aquí".

La parlamentaria, que añadió que si se pusieran en marcha las desaladoras no haría falta trasvasar agua, pedió al PP que se una al pacto del agua, que es también el "pacto por esta región". En cuanto a la dimisión del presidente regional, Emiliano García-Page, solicitada por la diputada del PP Ana Guarinos, contestó que la que debería dimitir es ella, que fue la que "permitió que su territorio, los ribereños, murieran por la aberración del Memorándum" del Tajo.

EL PP PIDE LA DIMISIÓN DE PAGE

El Grupo Popular, a través de Guarinos, iniciado su intervención asegurando que el Gobierno "más trasvasista" fue el de García-Page, cuyas políticas en materia de agua "son pura mentira y apariencia", ya que "jamás ha garantizado un hectómetro en Castilla-La Mancha", y  acusó a los socialistas de "estrujar" los trasvases cuando los embalses estaban "en situación de lodo".

Dicho esto, pidió al Ejecutivo regional que "deje de anunciar recursos que nunca gana" contra los trasvases porque "eso no sirve para que haya más agua" en la región y exigió a las administraciones regional y central que defiendan "el principio de prioridad de la cuenca cedente" y empiecen a trabajar en un pacto nacional "que evite confrontaciones políticas e interesadas y ponga fin a un conflicto" que no tiene que existir.