La UEFA enseña a Cristiano cómo es la realidad fuera del Madrid

El Real Madrid, actual campeón, se deshizo sin problemas de la Roma realizando un gran futbol que sirvió para demostrar, además, el acierto en el fichaje de Mariano, un joven al que ya catalogan como el nuevo CR7.  El 3-0 definitivo fue un fiel resultado de la superioridad blanca.

El Barcelona por su parte, con un Messi estelar, gano 4-0 al PSV Holandés y dejó claro que, mas allá de premios y zarandajas grotescos, es el mejor jugador de fútbol de esta generación con mucha diferencia. Destacó también Dembelé quien, poco a poco, parece empeñado en demostrar el acierto de su fichaje por el Barça, haciendo olvidar las dudas sembradas en los aficionados con su mediocre temporada anterior.

El Atlético supo remontar un resultado en contra con los goles de Costa y Giménez en la primera parte. En un mal partido de los rojiblancos, el 1-2 del marcador final reflejó la superioridad de los del Metropolitano frente a un Mónaco obligado a reinventarse año tras año y a pagar un alto precio por haberse convertido en la cantera de los grandes clubes Europeos.

Solo fallaron el Manchester City de Guardiola -pero sin Guardiola por su sanción acumulada de la temporada pasada-, derrotado de forma sorprendente 1-2 ante el Lyon en el Ciudad de Manchester y, quizás, el Nápoles de quien se esperaba algo más que un empate en el difícil campo de un renacido Estrella Roja de Belgrado.

Ni el Bayer de Múnich (0-2 frente a un muy débil Benfica) ni el Manchester U. (0-3 a los Suizos del Young Boys) pasaron apuros y fue el Liverpool el que se llevó la victoria en el partido  estrella de la jornada, con un 3-2 en Anfield frente a un PSG plagado de figuras pero incapaz de mantener un 2-2 logrado en los últimos minutos, remontando con más fortuna que buen juego el 2-0 inicial con el que los Reds se adelantaron en la primera parte. Lo más preocupante es la sensación que transmiten los parisinos de ser un equipo carente de carácter e incapaz de desarrollar su tremendo potencial en las grandes ocasiones. Veremos si el equipo consigue superar por fin los complejos que parecen inundar un vestuario plagado de jugadores de primerísimo nivel mundial. 

Todo lo contrario que Inter de Milán quien, en su  vuelta  a la máxima competición Europea, supo voltear el gol de Eriksen para el Tottenham con los de Icardi (83”) y Matías Vecino  en el descuento, provocando el delirio en San Siro.  Y es que hay equipos que se crecen en esta competición y otros que se derriten como azucarillos en el café caliente. Esta derrota mete en graves problemas a los ingleses, en el grupo más fuerte de todos (Barcelona, el  Inter los conforman acompañados además de un más débil PSV), pues da la sensación de que que los londinenses se jugarán el segundo puesto con los Italianos. Complicado en un grupo sin ningún rival débil a priori.

Mención especial merece la victoria de la Juventus en Mestalla por 0-2 frente a un Valencia que no supo aprovechar su superioridad numérica tras la expulsión de Cristiano Ronaldo. Los Italianos dieron una magnifica imagen, de equipo sólido y curtido que está preparado para asaltar el titulo que estos últimos años se le ha negado. Pese a los tres penaltis que le fueron concedidos por Félix Brych, árbitro del encuentro, fallado el último de ellos por el valencianista Parejo con el partido concluido, se vio en su arbitraje cierto tufillo casero impropio de la posición  y supuesta influencia de los contendientes en la U.E.F.A. 

Sorprende en especial la expulsión de Cristiano y no tanto por la justicia o injusticia de la misma (ha cometido acciones mucho más punibles con la camiseta del Real Madrid que han resultado impunes ante la sorpresa general de  periodistas y telespectadores)  sino por el hecho de que fuera el arbitro de portería, (o juez de área) el que tomara la voz cantante en la decisión, informando a Sr. Brych de lo acontecido.  Fue una decisión, pudiéramos catalogar de histórica, pues son numerosas las ocasiones en que estos trencillas especializados nos deleitan con sus mutis por foro ante clamorosos penaltis que se  producen ante sus narices. Eso si, esta jugada ha servido para que Cristiano Ronaldo sea consciente del frio que hace fuera de la casa blanca. Cosas de la UEFA, digo yo.

Antonio Martín D'ors