JULIO F-SANGUINO: De Soria a Numancia

Aunque estas informaciones no tenían una relación aparente entre sí, afloraron la vieja controversia relativa a los nombres de muchos de los municipios españoles.

Con el cambio de denominación indicado en primer lugar, se aprecia que las finalidades turísticas tienen hoy día más fuerza que las motivaciones históricas. Con respecto a Numancia de la Sagra, hay que precisar que es un municipio de la provincia de Toledo que se llamaba Azaña, nombre con el se denominaba a la población desde mediados del siglo XII y que podría derivar de la expresión árabe noria o molino de agua.

Este último cambio de nombre fue impuesto el 18 de octubre de 1936 por el comandante de las tropas franquistas que tomaron la ciudad por su coincidencia con el apellido del Presidente de la Segunda República Española. Aunque se ha tratado en varias ocasiones de reponer el nombre histórico, por unas causas o por otras siempre se ha dicho que "no toca ahora". Cuestión que pone de manifiesto que coacciones que han generado claramente actos nulos de pleno derecho no se hayan corregido legalmente de oficio con la llegada de la Democracia.

Si el comandante de turno hubiera puesto el nombre de Numancia de la Sagra a su campamento y éste perdurase en la actualidad habiéndose formado una población, es razonable pensar que debiera mantenerse el nombre, ya que se correspondería con nuestra historia, con independencia de preferencias.

Sin embargo, el cambio de nombre de Azaña por el de Numancia de la Sagra se debió a la chocarrería de unas tropas golpistas, perdurando así una historia poco alentadora. Por eso, España es un país de historias triunfalistas, pero que carece de una verdadera Historia, por no ser completa, objetiva y plural, que nos ayude a comprender errores anteriores para mejorar el futuro. Y así nos va.

Por otro lado, Numancia está cerca de Soria, ciudad bañada por el río Duero y que encierra actualmente el mayor núcleo de población de un zona ocupada antiguamente por los arevacos.

No queriendo herir susceptibilidades y consciente de la seriedad del terma expuesto, si hipotéticamente en la actualidad hubiese un golpe de Estado y se quisiese borrar de la historia el nombre de un ex ministro por ser considerado como poco edificante y al que se le ha querido premiar con un importante cargo en el Banco Mundial ¿se podría consentir que se cambiase el nombre de la ciudad de Soria por otro como, por ejemplo, Numancia del Duero?

Julio F-Sanguino Fernández