Promesas electorales o por qué no viene Cospedal a la campaña en Castilla-La Mancha

Una cosa es lo que se dice en las campañas electorales y otra, a veces muy distinta, es la que se hace cuando se llega al gobierno. En Castilla-La Mancha tenemos ejemplos muy claros, conocidos por la mayoría.

Por lo general, los tres presidentes socialistas Bono, Barreda y Page han cumplido con sus programas y con sus promesas. Pueden haber venido o no malos tiempos, pero nadie podrá decir nunca que no han hecho todo lo posible por defender a Castilla-La Mancha, una tierra que pusieron siempre por delante de todo, incluso de su propio partido cuando existió una controversia entre los intereses de nuestra región, los del Estado o los de otras comunidades. Otras veces, cuando han coincidido gobiernos del mismo signo, en este caso socialistas, se han alcanzado acuerdos y se han sumado fuerzas. El caso más reciente y relevante ha sido el del trasvase del Tajo. Los dos gobiernos socialistas, el de España y el de Castilla-La Mancha, han hecho valer las numerosas sentencias en favor de regular el caudal ecológico del río, lo que significa en la práctica reducir la cantidad de agua que sale de los embalses de cabecera en Guadalajara y Cuenca para regar las huertas murcianas o para otros usos turísticos en detrimento de las necesidades de nuestra tierra.

El ejemplo radicalmente contario nos lo ofreció el Partido Popular, primero con las promesas electorales que no solo incumplió el gobierno de Cospedal, sino que hizo exactamente lo contrario, subió el paro, subió la deuda y se produjeron sus famosos recortes con el abandono de servicios públicos esenciales como la sanidad, la educación pública y los servicios sociales. 

Por eso los ciudadanos de Castilla-La Mancha no renovaron su confianza al PP porque, en el ejemplo anterior, lejos de apoyar a nuestra tierra, el PP de la región fue uno de los firmantes del Memorándum del Tajo que beneficiaba claramente los intereses de Murcia y el resto de las regiones que recibían una obligada y excesiva cantidad de agua del trasvase, incluso al margen de las peores previsiones de sequía.

El PSOE quiso blindar el fin del trasvase y el PP creo ese Memorándum para blindar el trasvase.

El domingo se vota para elegir los destinos de nuestra región y de nuestros municipios. Para que no se recuerden los hechos narrados, el PP ha tratado de convertir estas elecciones en una campaña nacional, utilizando todo tipo de argucias, resucitando el fantasma de ETA y desviando la atención de un foco regional que, en caso de haber podido presumir de su gestión, habrían traído a Cospedal a su campaña electoral porque ella fue la que hizo promesas muy similares a las que ahora hace el PP y que nunca se cumplieron.

Por eso no traen a Cospedal a su campaña, porque, aunque Paco Núñez quiso nombrarla presidenta de honor del PP regional, es el mejor ejemplo de engaño al electorado.

elObservadorDCLM