San Emiliano y su 'Pedanía Cospedal' en las Cortes de CLM

Durante dos días las Cortes de CLM han estado en movimiento con la afluencia de sus diputados y las palabras mezcladas de los tres grupos parlamentarias en el atril. Hay quien piensa que “no es justo” que se de tanto protagonismo al Debate sobre el estado de la región y es que suelen quejarse esos que no escuchan a las voces políticas y cuando lo hacen, lo hacen solo para escuchar a aquellos que les parecen más simpáticos o más dicharacheros, pero que luego son los primeros en criticar al Gobierno cuando están en la cola del pan o apoyados en la barra del bar, independientemente de quién sea el Gobierno. Gentes a las que les importa poco la política pero no niegan una crítica a nadie, tengan o no tengan de qué quejarse, porque como el diablo, “cuando no tienen nada que hacer… matan moscas con el rabo”.

Luego están aquellos que tienen una cierta cultura política y les cuesta encontrar la calidad en el atril del Convento de San Gil durante las sesiones parlamentarias, porque tan solo una pequeña minoría de intervinientes pueden ser considerados buenos oradores.

Por suerte para los castellano-manchegos, su presidente es uno de ellos, algo que se agradece cuando el jefe del Gobierno regional pone a prueba su propia capacidad de aguante permaneciendo sin parar de hablar, de pie y sin ir al W.C. durante cuatro horas y cuarenta y cinco minutos. Algo que tal vez hizo para evitar que luego le acusaran de silenciar la información o de actuar con oscurantismo, a pesar de ser el promotor del Portal de Transparencia en CLM. Pero aun así es del todo posible que el PP vuelva a culpar a su oponente de sus propios errores, como hace con la bandera del “constitucionalismo” del que presumen arrojándoselo al PSOE de frente cuando el PSOE fue el único partido del espectro político actual que votó a favor de la Constitución en 1978.

La diputada del PP, Lola Merino, hablaba de un discurso del presidente “largo y aburrido, lleno de chascarrillos sin gracia”, pero lo cierto es que el presidente de Castilla-La Mancha fue capaz de sacar sonrisas a quienes escuchaban el discurso presidencialista con atención, por ser protagonistas de la gestión, o por obligación para poder contarlo después en los medios de comunicación.

Entre todas las palabras volvió a salir la espina de Núñez con el “Giba-cars” de Almansa, promovido y potenciado por el ex ministro Soria (que dimitió por sus empresas offshore), la ex presidenta Cospedal (que dimitió por sus conversaciones con Villarejo) y el ex alcalde de Almansa, Francisco Núñez, que ganó el premio de ser el líder de los populares en CLM.

Para quien no lo recuerde diremos que fue un proyecto que Núñez trató de implantar en Almansa, para una empresa a la que Cospedal pretendía subvencionar con 50 millones de euros y que ya había sido descartado, por dudas de su solvencia, en Palau Solita i Plegamans (Barcelona), en Linares (Jaén), en Martorelles (Barcelona) y en Santa Oliva (Tarragona), para ser anunciado a bombo y platillo en Almansa, cuando Francisco Núñez era alcalde.

Eran los tiempos en los que Almansa era el único lugar de Castilla-La Mancha en el que estaban prohibidas las corridas de toros por mandato del  alcalde del lugar que no era otro que Francisco Núñez ¿Cuándo mentía el líder del PP, cuando los prohibía o ahora que los defiende a “capa y espada”?

Si el presidente de CLM aguantó 4 horas y 45 minutos tratando de explicar lo que ha hecho su gobierno, lo que está haciendo y lo que tiene previsto hacer, el jefe de la oposición y líder del PP en CLM dio reiteradas muestras de mala educación, saliendo del plenario cada vez que un diputado socialista tomaba la palabra.

Escuchar el “veneno visceral” en forma de ametralladora que suelta el líder del PP, por minuto, en sus intervenciones y aguantar el sopor del discurso lento y “aburrido” de la líder de CS, donde a veces hay que dudar si se alcanzan las 49 palabras por minuto que se recomiendan para la lectura de los alumnos de primero de primaria, hace que cualquier “chascarrillo” pronunciado por el presidente del Gobierno de CLM,  se agradezca enormemente y a pesar de que la diputada del PP, Lola Merino, critique con fiereza esos “chascarrillos” que a ella no le hacen gracia, el público en general agradece todo aquello que les saque de la soporífera política regional en un debate sobre el estado de la región, o al menos les entretiene buscando en Wikipedia, si es cierto que existe un pueblo en León llamado San Emiliano, que tiene una pedanía llamada Cospedal, que por cierto es cierto, y valga la redundancia, y además están situados en la comarca de Babia, pertenecen al partido judicial de Villablino y hablan el Patsuezu, o sea una variante del puro leones.

Es indiscutible que los chascarrillos del presidente sirven al menos para empaparse de cultura y fuimos muchos los que el pasado 6 de octubre nos acostamos sabiendo una cosa más…

P. Moratilla