Castilla-La Mancha, unida contra el trasvase

A medida que, con enorme dificultad, se van abriendo puertas para llegar algún día a cerrar de forma definitiva la puerta del trasvase, se va descubriendo parte de la maraña de enormes intereses económicos y políticos que durante ya demasiados años han expoliado las aguas del Tajo para regar un lucrativo negocio privado. 

Castilla-La Mancha lleva años protestando inútilmente contra el deterioro del Tajo y su entorno, para reivindicar nuestros intereses que nunca se han contemplado y, según avanzamos, descubrimos cómo los regantes de Levante han dirigido las decisiones de gobiernos y de partidos políticos como el PP.

 Se supone que la cuenca que cede el agua debe tener el derecho al menos a opinar sobre cada trasvase. Pero esto nunca ha sido así: las derivaciones se han impuesto mes tras mes, año tras año sin contar con nosotros y, cuando los comerciantes del agua han visto peligrar sus exigencias, han sabido siempre remover los hilos adecuados para que el agua de Tajo siguiera fluyendo por su curso artificial convirtiendo el natural en un cenagal. Queremos disfrutar del río Tajo a su paso por nuestros pueblos y ciudades, es un derecho propio, de la naturaleza y de la humanidad.

El gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que los Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía en la cabecera del Tajo estarán presentes en la mesa de la Comisión de Explotación del trasvase donde ya están representados los regantes. La presencia de los Ribereños era algo obvio, un derecho que siempre debería haber existido.

Pero solo el anuncio de que representantes de la cuenca cedente van a estar en la Comisión ha levantado airadas protestas en Levante y el Partido Popular nacional ha presentado una iniciativa en el Congreso para intentar evitarlo. Qué vergüenza para los votantes del PP en Castilla-La Mancha. Por primera vez en la historia, el Partido Popular de la región se ha puesto al lado de nuestros intereses desmarcándose del PP nacional: los Ribereños, han dicho, deben estar en la Comisión.

Dar un mínimo paso en la lucha por lo evidente cuesta tanto que al mismo tiempo desvela las enormes dificultades que tendremos que salvar para conseguir el fin de una tremenda injusticia ambiental, ecológica, económica, política y humana.

Castilla-La Mancha debe unirse y demostrar que cada vez somos más contundentes contra el trasvase del Tajo.  

elObservadorDCLM