La historia a través de las ondas de radio

Esta mañana de febrero, previa al Día de los Enamorados en España, y del Amigo para gran parte del mundo celebramos el Día Mundial de la Radio. Y es que la Radio es una mezcla de amor y amistad, con la que se comparten las horas, de silencio o soledad, y rellena las horas sin sonido cuando son imposición no deseada, mientras nos rodea de compañía. Más desinteresada que la TV no condiciona su funcionamiento a nuestra actividad.

Hoy un aroma de sonidos invade los rincones de los amantes de la radio. Una vista al pasado nos hace escuchar con claridad aquellos mensajes que llenaron la historia de nuestras vidas: "En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La Guerra, ha terminado". Sonidos rememorados una y otra vez por los abuelos cuando nos contaban el final de la guerra civil, era el 1 de abril de 1939. Los cuarenta años posteriores, se llenaron de copla y poesía. Seriales y noticiarios de cada día, que sentaban a las familias alrededor de aquella caja de madera llena de magia. 

El 20 de noviembre de 1975 pudimos escuchar a Arias Navarro: "Españoles  Franco ha muerto". A la radio no le ocurrió como a la televisión que tras la muerte del dictador se llenó de color, sino que las cadenas que presionaban las palabras y las opiniones, lentamente se fueron rompiendo para dejar salir los mensajes en libertad, sin censuras. Las ideas fluían sin descanso en las ondas para llenar de cultura e información a la ciudadanía, para abrir las mentes que habían estado cerradas durante demasiado tiempo. Tan solo el 23 de febrero de 1981, se heló la sangre de los oyentes que escuchaban la Cadena Ser, en la segunda vuelta de la votación de la sesión de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo. Al llamar al voto al diputado D. Manuel Núñez Encabo, se oyó un estruendo y a continuación el periodista que lo retransmitía dijo "La guardia civil entra en estos momentos en el Congreso de los Diputados. Hay un teniente coronel con una pistola que sube a la tribuna y apunta al presidente del Congreso con la pistola". Las ráfagas de ametralladoras sonaron por todos los aparatos de radio que estaban encendidos a las 18.30 de aquella tarde-noche conocida como la “de los transistores” porque fueron muchos quienes los mantuvieron encendidos.

Fue probablemente el mayor susto nacional, emitido por una emisora de radio en directo. Lo bueno y lo malo jugaban a la ruleta en las emisiones de radio, así el 1 de enero de 1986 escuchábamos a Felipe González en la firma del Tratado de la Unión Europea decir "Será un esfuerzo de adaptación aún mayor porque nos sumamos con retraso" y el  25 de julio de 1992 un locutor de radio nos contaba "el arquero lanza la flecha al pebetero" en la inauguración de los Juegos Olímpicos. El 11 de marzo de 2004 pudimos escuchar a través de las ondas, como una joven llamaba por teléfono a una amiga desde la estación de Atocha "Montse estoy en Atocha, ha explotado una bomba en el tren" y se cortaba el sonido con el estruendo de una nueva explosión. Pero el 20 de octubre de 2011, nos dio un merecido descanso cuando pudimos escuchar "ETA acaba de anunciar que ha decidido el cese definitivo de su actividad armada". 

La radio... El documento sonoro que guarda la historia de nuestras vidas. La compañía en las noches de insomnio. Los sobresaltos de la mutante existencia. Las alegrías de toda la población y la adhesión en la soledad. La concomitancia dentro de la multitud para reconocer las voces de sus protagonistas  como parte de nuestra familia, de nuestros sonidos cotidianos,  de nuestra existencia. 

FELIZ DIA DE LA RADIO. 

elObservadorDCLM