Se cree el PP y Mazón que todos son de su condición

Se cree el PP y Mazón que todos son de su condición. Ahora han puesto en escena a ese tal Aldama, un presunto delincuente al que la justicia ha sacado de la cárcel tras lanzar graves acusaciones sin pruebas a varios miembros del PSOE. 

De momento, el único partido político que ha sido condenado en firme por corrupción ha sido el Partido Popular. Esta es la sentencia, según la cual el PP mantuvo “un sistema de corrupción institucional” durante treinta años. 

Además, decenas de miembros de cargos públicos de los gobiernos de Aznar fueron también condenados por corrupción.

De manera que el PP no parece ser el partido más adecuado para predicar con el ejemplo y basar toda su acción política en acusar ante la justicia al gobierno actual de corrupción para que algunos jueces amigos realicen una tarea prospectiva a ver si pescan algo.

No importa si Rusia lanza un misil intercontinental, ni la compleja situación en el planeta cuando Trump tome posesión en enero próximo, mucho menos importa que la economía española haya crecido al doble de ritmo que la media de la OCDE en la recta final de 2024 o que el crecimiento de nuestro Producto Interior Bruto haya duplicado en el último año al del conjunto de Estados miembros con un 3,4% frente al 1,7 de la media. Nada le interesa a Vox y al principal partido españolista de la oposición que esa fortaleza de nuestra economía se deba al turismo, las exportaciones, el consumo público, la resistencia de nuestra industria, la moderación de los precios y el aumento de la población migrante.

Tampoco importa que Carlos Mazón estuviera desaparecido mientras un desastre acababa con vida de miles de valencianos. Y mucho menos, el cambio climático porque la tierra es plana y el agua termina en el sumidero del horizonte.

Lo que importa a la derecha española, lo único que les importa es echar a Pedro Sánchez para tomar el poder como sea y cuanto antes: ¿con qué intención exactamente?, ¿con qué cómplices en la sombra exactamente?

Asustan sus tramas, asustan sus ramificaciones en la justicia, asusta pensar en quién manda en realidad en la derecha española que mueve sus títeres y sus portavoces, entre ellos Feijóo, un mandado con el que ahora mismo no están muy satisfechos porque no consigue echar a Sánchez, que para eso le pusieron tras defenestrar a Pablo Casado.

Porque el sainete se está desmontando a pesar de la insistencia de las portadas de tantos periódicos que han dado por muerto a Sánchez por ser el inventor de la corrupción: se cree el PP y Mazón que todos son de su condición.

elObservatorioDCLM