El día en que Feijóo se quedó sin insultos contra Sánchez

Una bomba acababa de caer a menos de cincuenta metros, salió corriendo a toda velocidad, perdió las gafas, se refugió en un portal, un grupo de terroristas le reconoció, “¡es Netanyahu!, “¡es Netanyahu!”, gritaban, “¡vamos a por él!”. “¡Noooo, yo no soy ese, yo soy Feijóo, a por mí no vengan que el malo es Sánchez, el dictador, el psicópata, el terrorista de ETA, el líder de Hamás, Sánchez es el malo…!, ¡a mi dejadme en paz que he ganado las elecciones…!

Alberto se despertó alterado de su sueño en la franja de Gaza, un sueño de la razón donde se mezclaban churras terroristas con merinas golpistas y lo primero que pensó fue insultar a Sánchez, pero no supo qué llamarle porque se había quedado sin insultos. 

Preocupado, llamó al principal Departamento de Génova encargado de los Insultos del PP: “Si quiere un insulto contra Sánchez, pulse o diga uno; si quiere insultar al gobierno, pulse o diga dos; si quiere insultar a ambos, pulse o diga  tres”. Joder, dijo Alberto, no quiero ninguna de esas opciones, ¡que se ponga un operador! No le hemos entendido, si quiere un insulto contra Sánchez, pulse o diga uno… ¡No quiero ninguna de esas opciones, quiero que se ponga un operador, ¡Soy el presidente del partido y exijo que se me atienda de inmediato! Por fin, Alberto consiguió hablar con el responsable del Departamento de Insultos: Mire usted, esta mañana he querido insultar a Sánchez, pero ya se me han acabado los insultos y necesito unos cuantos nuevos, me entiende, ¡insultos nuevos!, un presidente que ha ganado las elecciones, un honorable que preside el principal partido de la oposición en España, ¡no puede quedarse sin insultos!

- Bueno, vale, vamos a consultar, tenemos por aquí felón, traidor, chulo, mentiroso compulsivo, pinocho, dictador, enfermo mental…

- ¡Inútiles!, ¡Todos esos insultos ya se los he proferido personalmente y, por lo tanto, no creo que vayan a causar efecto!, ¡Les pagamos para que inventen nuevos insultos, no para que me recuerden la hemeroteca! A ver qué tienen, por ejemplo, algo más grueso como hijo de puta…

- Señor presidente, debo recordarle que eso ya se lo dijo la señora Ayuso

- Cago en la puta con la señora Ayuso… Bueno pues busquen otros…

- Bueno, tenemos unos cuantos más: tramposo, autócrata, ilegítimo, peligro público, criminal, líder de la manada, ridículo, irresponsable, ególatra, incapaz, escarnio para España, incompetente, mediocre, okupa…, pero el problema es que todos esos ya los dijo el señor Abascal…

- El puto Abascal, siempre también por delante, ¿qué más tenemos por ahí?

Bueno, a nosotros nos gustó mucho cuando don Miguel Tellado, su próximo portavoz le dijo a Sánchez que debería salir de España en un maletero. O cuando el cantante andaluz José Manuel Soto dijo en las redes sociales: “Voy a aprovechar este momento de sosiego veraniego junto al mar para hacer uso de mi libertad de expresión y cagarme en Sánchez Castejón, en su puta madre y en los millones de hijos de la gran puta que están de acuerdo con que España esté en manos de sus peores enemigos, que os jodan”; o cuando la concejala del PP en Moguer, Susana Pancho, dijo en TikTok: “Te deberías haber muerto tu y los tuyos en la cuarentena, me cago en todos tus muertos, mala ruina tengáis, en Lanzarote tocándote el pijote y en Doñana tocando el coño a tu hermana, me cago en vuestra puta madre…”

- ¿Eso dijeron?

- Lo dijeron, luego retiraron los vídeos y reconocieron que se habían excedido… Un poco…

- Un poco sí la verdad… Bueno, vamos con insultos nuevos. Prescinde de otros que también he utilizado personalmente como déspota, caudillista o adanista y, te recuerdo que, desde mi bancada le hemos gritado “¡cobarde!”, que eso moló mucho, pero… ¡Vamos, vamos: quiero insultos nuevos que para eso les pagamos todos los españoles…

- Pues lo único que se me ocurre señor presidente, es recurrir a nuestra geografía rural, a ver, a ver, son insultos de nuestros pueblos, pero alguno lo puede aprovechar porque los insultos cultos ya están dichos todos. A ver, tenemos, por orden alfabético: abrazafarolas, alcornoque, andurriasmo, arrastracueros, bebecharcos, belloto, berzotas, bocabuzón, bocachancla, cabezaalberca, cagalindes, calientahielos, calzamonas, caraflema, cebollino, cenutrio, chirimbaina, chupacables, cierrabares, comebolsas, cuerpoescombro, desgarracalzas, echacantos, esbaratabailes, giraesquinas, gorrumino, lamecharcos…

- Me valen, me valen, póngalos por escrito y mándeme una copia, otra a Tellado y nada de filtrarla a Ayuso y al señor Abascal, me gustan, algunos mucho: cagalindes, cabezalberca y cuerpoescombro, ya los tengo apuntados para la próxima sesión de control al gorrumino. 

Alberto colgó el móvil y esbozó una sonrisa: “se va a enterar este chupacables-gorrumino, esos me los memorizo y los planto yo en Bruselas”.

Gloria Gallas