Eran pocos en el PP y parió Velázquez, el "paleto"

La nueva ocurrencia del PP de Castilla-La Mancha es que defender a la región es algo 'de paletos'. Es la última justificación de un partido decidido a no defenderla y ceder o mirar para otra parte cuando los que mandan en el PP toman decisiones contra nuestros intereses. En nuestra región no queremos ser más que nadie pero tampoco menos que nadie y, mucho menos, que nos tomen por tontos o por paletos.

En estos momentos resulta muy difícil encontrar en el Partido Popular nacional y, por supuesto, en el de Castilla-La Mancha un poco de coherencia o de sentido común. En su único empeño por derribar al gobierno se dedican a utilizar y esparcir por sus medios de comunicación una batería de argumentos teatrales que cada vez se alejan más de la vida real, de los debates concretos o de los verdaderos problemas de los ciudadanos. 

Ahora su cantinela, que sirve de comodín para mezclar churras con merinas, es la posible modificación del delito de sedición que, en España apenas ha sufrido reformas en más un siglo, desde que fuera incluido en el Código Penal en tiempos de asonadas y golpes militares. En los países europeos de nuestro entorno, con leyes más modernas, la sedición se castiga con penas más bajas que en España y tiene como requisito la violencia.

Es obvio y necesario que se pueda discrepar sobre la necesidad de modificar la Ley. Recordemos que la sedición es el levantamiento de un grupo de personas contra un gobierno con el fin de derrocarlo. Existen muchas maneras de tratar de derrocar a un gobierno y hay que tener cuidado con partidos ultras como Vox y su lema “Vamos a volver al 36”, año del golpe de Estado en España contra un gobierno legítimo que abocó en una dictadura y en la posterior represión con la desaparición de 140.000 personas en medio de muertes, torturas y los entierros anónimos en las cunetas de carreteras. Uno de los más sanguinarios fue el general Queipo de Llano en Andalucía, señor Feijóo.

Se puede y se debe dialogar sobre la conveniencia de actualizar leyes, en este caso para evitar tentaciones secesionistas y para eso existen los debates, los argumentos y las mayorías parlamentarias. No los viejos ruidos de sables o los artificiales frentismos modernos. 

Pero tampoco pueden servir para utilizarlos fuera del tiesto, para tratar de justificarlo todo con escapatorias pueriles: el PP o los que mandan en el PP le dicen a Feijóo que diga que no cumple con el mandato constitucional de renovar el Consejo Superior del Poder Judicial debido a la posible modificación del delito de sedición y, en el mismo escenario, los líderes del PP en Castilla-La Mancha eluden pronunciarse sobre la propuesta de su partido en las Cortes para aumentar los caudales que se trasvasan desde el Tajo a Levante y Murcia, o revivir la empecinada idea de Cospedal de instalar el basurero nuclear de toda España en Cuenca.

No cuela poner la excusa de la sedición para no cumplir la Constitución ni apoyar mirando para otra parte dos graves injusticias contra Castilla-La Mancha. La guinda la pone el presidente del PP en Toledo, Carlos Velázquez, quien añade que debatir en la región sobre el agua y sus trasvases es “absurdo y paleto”.

Ahora resulta que defender los intereses de un territorio desde su gobierno o desde un partido político de la región es algo “paleto” y que no es paleto ni absurdo tratar de desviar la atención con otros debates que deben realizarse en otros foros y que nada tienen que ver con nuestros intereses más cercanos.

A grandes rasgos y sin ser paletos parece cada vez más claro que el Partido Popular ha perdido el norte de la realidad adaptando sus argumentarios precocinados al populismo que a su juicio puede hacer mella en los votantes.

Con todo, el PP está desperdiciando oportunidades para reforzar su línea democrática y su contacto con la vida real.

elObservadorDCLM