5 preguntas sin llamarle de usted: Francisco Román

El coronavirus irrumpió en España sin que nos diera tiempo a ser conscientes de lo que traería consigo. Desde hace dos años, los ciudadanos del mundo han tenido que aprender a vivir de nuevo, esta vez con un virus que amenaza de forma constante a nuestra salud.

Preguntamos a Francisco Román, médico de familia del Centro de Salud del barrio toledano de Santa Bárbara y con amplia experiencia profesional, cómo ha vivido este tiempo.

¿Qué ha supuesto para un médico con una larga experiencia como médico de familia, encontrarse con la pandemia del coronavirus?

Podríamos decir que hay un antes y un después. Nadie podría imaginarse que a lo largo de su carrera profesional se viviera una situación de pandemia de tanto calado como la actual.

Ha sido un shock en todos los sentidos. Gestión de emociones, miedos, organización de la consulta y un sinfín de situaciones nuevas que por fortuna nunca se habían producido anteriormente.

Seguramente cuando esto comenzó te imaginaste cómo podrían desarrollarse los acontecimientos. Entre la realidad y lo imaginado ¿Hubo mucha diferencia?

Francamente, ni en mis peores sueños me imaginaba una pandemia de semejantes proporciones como la que estamos viviendo.

Se te soy sincero, yo creía que esto iba a ser “mucho ruido y pocas nueces”, pero desgraciadamente mis previsiones se han visto ampliamente desbordadas para mal.

De las seis olas de Covid que llevamos, a su juicio ¿Cuál ha sido la peor?

Con diferencia la primera, por la gran cantidad de sufrimiento y letalidad que trajo consigo. Por supuesto aún no existía una vacuna eficaz, así como el no saber afrontar el miedo a lo desconocido, la evolución de la enfermedad, las secuelas… Estos eran interrogantes de los pacientes para los que la mayoría de las veces no teníamos respuestas por lo novedoso de la enfermedad.

¿Podemos dar por terminada la pandemia o queda aún mucho para el fin?

No. Ni mucho menos. Creo que la pandemia irá evolucionando a picos de sierra, olas, porque el virus muta mucho, es muy transmisible y no deja inmunidad permanente a los pacientes que ya han pasado la enfermedad. Por eso una persona se puede contagiar varias veces.

Creo que hasta que no se descubra una vacuna que impida la transmisión del virus entre personas, nos tendremos que acostumbrar a vivir con él.

De entre todo lo vivido en este tiempo ¿Qué momento no hubiera querido vivir jamás y cuál de ellos guarda con mayor cariño?

No hubiera querido vivir  jamás el gran número de pacientes y amigos que fallecieron, la soledad con la que murieron por el aislamiento que esta enfermedad conlleva, así como el sufrimiento de todos sus familiares.

En cuando a los momentos que guardo con más cariño dentro de la amargura y la desesperación que ha provocado esta pandemia, son las muestras de ánimo y gratitud hacia nuestra labor por parte de la mayoría de la población.  

P. Moratilla