Casado, Núñez, Merino y sus cadenas de sus fantasmas

Se puede inventar la realidad, se puede exagerar la realidad, se puede tergiversar la realidad, se pueden después sacar conclusiones de esa realidad inventada y tergiversada y también se pueden exigir responsabilidades y hasta dimisiones de los fantasmas encadenados.

Todo eso forma parte del relato político del Partido Popular, también en Castilla-La Mancha. 

Exagerando y tergiversando unas declaraciones del ministro de Consumo sobre las macrogranjas, el PP ha cumplido con todos sus protocolos de manipulación, de la A a la Z: lanzamiento de la media verdad, difusión escandalosa o muy recargada, movilizaciones, altercados y exigencias de dimisiones.

La guinda la ha puesto una diputada regional por Ciudad Real que suele hablar en nombre del campo aunque no se la ve nunca por el campo, ni siquiera haciendo el paripé de Casado y Núñez posando delante de unas vacas. 

Lola Merino nos regala cuatro titulares contundentes en relación con esa realidad ficticia de la que, sin embargo, pide explicaciones reales: “lamenta el continuo maltrato de los Gobiernos Socialistas a ganaderos de Castilla-La Mancha y España”. Falso. “Denuncia el seguidismo de Page con las políticas antiagrarias de Sánchez” y añade que “nunca antes en la historia ha habido un ataque tan frontal y directo contra el sector agroalimentario”. Más falso todavía. “Asegura que Page y los socialistas tienen la posibilidad de “enmendar” su voto y ponerse al lado del sector agrario votando a favor del cese y la reprobación del ministro “anti campo” en el Pleno de las Cortes Regionales”. Falso, no existe ministro anti-campo porque lo han creado ellos y por tanto no hay nada que reprobar y nadie a quien cesar o hacer dimitir. Y, finalmente “Pide a Page prudencia y rigurosidad con los datos de desempleo en Castilla-La Mancha, ya que no se pueden lanzar campanas al vuelo y aplaudir estas cifras obviando la situación de cierres por la pandemia”. Es verdad que se han producido cierres por la pandemia en todo el mundo y de eso no ha sido responsable ni la Junta ni el “ministro anti-campo”, que no existe. 

Claro, alguien escucha estos titulares tan contundentes de Merino y piensa: “hay que ver con estos gobiernos socialistas que maltratan al campo como los sureños americanos linchaban a los negros, a principios del siglo XX y en plena segregación racial”.

Necesitamos autenticidad, noticias positivas y rigurosas, contrastadas con datos reales, no titulares vacíos, sin argumentos reales ni datos que los avalen. 

Todos esos requisitos parecen cumplirlos, en contraste, las palabras del Page quien ha celebrado a primeros de febrero “el mejor dato del paro de un mes de enero en los últimos 25 años en Castilla-La Mancha”, unos registros publicados por el Ministerio de Trabajo que el presidente de la región ha definido como “espectaculares”, al tiempo que ha aplaudido el crecimiento “ejemplar” de la región”. Ni trampa, ni campanas. Otra cosa es que al PP no le guste que las cosas vayan bien ni en España ni en Castilla-La Mancha.

Lo peor de todo es que esa cadena de fantasmas ficticios suele generar exaltados reales que forman parte del montaje o que entran en el juego exhibiendo conductas antidemocráticas como el asalto de ganaderos en Lorca, ignorantes seguramente de que al PP lo que menos le importa son los ganaderos o los agricultores porque su fe la tienen puesta exclusivamente en campañas políticas que terminan volviéndose como un bumerang, en este caso contra las macrogranjas que antes pasaban desapercibidas lejos de los pueblos donde se instalaban y ahora las conocemos todos. 

Al final, han sido PP y Vox quienes han atacado a este sector agroalimentario por muchas fotos que se hagan con las vacas.

elObservadorDCLM