El milagro de Santiago

Ocho presidentes de Comunidades Autónomas de diferentes partidos han hecho el Camino de Santiago para mostrarnos que es posible el milagro de hablar sobre temas importantes sin tirarse los trastos a la cabeza, sin frentes, ni enfrentamientos políticos. 

Es un milagro sobresaliente porque -esperemos- crea el precedente de que relevantes líderes que representan a miles de personas se junten, dialoguen y sumen esfuerzos en beneficio de los ciudadanos.

Es una lucha por lo evidente porque eso es lo lógico. Pero no es ni mucho menos lo habitual desde que se alcanzaron los primeros pactos de La Moncloa hace 44 años.

No hace falta explicar que desde entonces la política española se ha ido convirtiendo en acoso y derribo, palos en las ruedas y hasta odio personal, persecuciones y el mínimo apoyo incluso en momentos tan graves como la pandemia. 

Ha llegado Santiago para dar agua al enemigo, para mostrar que se puede hacer política uniendo ejércitos en vez lanzar unos contra otros de forma cruenta y permanente.

El milagro ha dado un poco más de fuerza a las autonomías que lo han conseguido en contra de nadie y superando la tentación de tratar de obtener un beneficio político propio cada vez que se respira.

Felicidades a los ciudadanos de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Asturias, La Rioja y Cantabria.

elObservadorDCLM