Las "exigencias" de Paco Núñez

En los últimos días, se analizan con lupa cada una de las palabras pronunciadas por los políticos, intentando entender decisiones a veces difíciles, desde la perspectiva ciudadana, y más difícil aún cuando se habla de “razones de Estado”.

Los ciudadanos agradecemos a los políticos que se toman su tiempo en explicar motivos, razones y argumentario de su actividad. Todo ello siempre sin falta, ni menoscabar la democracia que debe existir no sólo en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, sino también en el funcionamiento interno de los partidos políticos.

En este último caso, solo hay que observar, para ver con claridad, como alguno de los partidos políticos con representatividad parlamentaria, distan mucho de lo que serían sus valores esenciales. De ahí salen las dimisiones de Macarena Olona o Espinosa de los Monteros, en Vox, o las consignas manidas y repetitivas de algunos políticos del PP.

No es necesario escuchar a todos los líderes del PP. Basta con escuchar al primero de la mañana, para saber de antemano lo que dirán todos los demás a lo largo del día, independientemente del lugar geográfico en el que se encuentren.

Si un dirigente del PP dice a las 8 de la mañana que “hace frío”, ese mismo comentario lo escucharemos en cada una de las comunidades autónomas, en todas las Diputaciones Provinciales y por supuesto en todos y cada uno de nuestros Ayuntamientos. Ni qué decir tiene como saber quién es del PP en la cola del pan o en la puerta del colegio, que también repetirán en cualquier ocasiones lo de “hace frio”.

Esto que nos venden como “unidad de partido”, no deja de ser dictadura interna que obliga a pensar y a decir a todos lo mismo, aunque haya infinidad de discrepancias.

Esto no es “unidad” de partido, sino “consigna vertical” antítesis de  “democracia”, que se deja ver en los comentarios particulares de algunos políticos (tal vez por eso les piden “unidad” de partido)

Este lunes, el presidente del PP en CLM, Francisco Núñez, ha “exigido” al presidente de CLM que “cese inmediatamente de sus cargos orgánicos a los diputados nacionales elegidos en las circunscripciones castellano-manchegas, por su voto favorable a la investidura de Pedro Sánchez”.

Estas palabras del líder de la oposición, distan mucho de ser democráticas. Puede que sea el desconocimiento, la mala fe, o las ganas de hacer ruido, lo que ha llevado a Núñez a hacer semejante afirmación, solo amparada en una entrevista televisiva al presidente regional, en la que afirmó que de haber sido diputado nacional, y de haber tenido que acudir a esa votación, “seguramente” habría abandonado su acta parlamentaria. Acción realizada “seguramente” para que otro diputado, que le sustituyera, diera su voto a favor, antes de votar “no”.

Este lunes, Núñez “exige” el cese de cuatro diputados socialistas de sus cargos orgánicos, precisamente “porque tienen importantes responsabilidades dentro del organigrama socialista” y “han votado a favor de la investidura”.

Tal vez Núñez no sepa que Pedro Sánchez es el secretario general nacional del PSOE. Tal vez Núñez no sepa que fue elegido por los militantes socialistas como candidato a la presidencia del Gobierno.

Es posible que Núñez desconozca, que Pedro Sánchez es el presidente del Gobierno de España.

Casi con toda probabilidad desconozca que sus decisiones fueron avaladas por más del 85% de los militantes del PSOE y más del 70% de los militantes socialistas de esta región.

Entra dentro de lo posible que Núñez no conozca que García-Page ganó las elecciones, en CLM, por mayoría absoluta.

Puede que el líder de los populares de CLM desconozca que los cargos orgánicos del PSOE son elegidos por sus militantes de forma democrática.

Es evidente, que a pesar de que el PSOE tiene 144 años de existencia, y que durante todo ese tiempo ha funcionado de manera democrática, el PP de Núñez viene a decir cómo ha de funcionar, probablemente para que tenga los mismos resultados que ha tenido el PP de CLM hasta ahora. Una sola victoria y con su protagonista salpicada con duros casos de corrupción y espionaje, por no hablar de la situación en la que dejó a esta tierra debido a sus recortes presupuestarios.

Núñez no puede dar lecciones de nada y mucho menos de democracia interna porque los militantes socialistas prefieren que su secretario general, Pedro Sánchez, siga dando su opinión, lo mismo que García-Page puede dar la suya.

Los diputados, con cargos orgánicos, que votaron a favor de la investidura de Pedro Sánchez, simplemente cumplen el mandato de las urnas, en las que los españoles votaron a un partido, el PSOE, y a un candidato, Pedro Sánchez. Si esos diputados hubieran votado algo diferente a lo que votaron habrían traicionado a su electorado y eso sí sería muy grave, por eso hubiera sido obligado “dejar su acta de diputado” antes de incumplir el mandato que les está encomendado. Pero de esto el PP no sabe nada.

Núñez debería aprender y grabarse a fuego en su mente y en su corazón que una democracia es un sistema político en el que la soberanía reside en el pueblo, directamente o por medio de representantes. Es la forma de sociedad que reconoce y acepta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y es la participación de todos los miembros de un grupo, partido o asociación en la toma de decisiones.

Lamentablemente, esta última acepción, de la Real Academia de la Lengua, desconocida por completo por el PP, a juzgar por sus “exigencias”.

P. Moratilla